sábado, enero 04, 2014

Las mafias nos aman


Cuando hablé del músico Xavier Cugat en Ibiza dejé caer de pasada que Ibiza se iba convirtiendo en terreno abonado para diferentes mafias emergentes o mejor dicho, mafias procedentes de países emergentes. Tenemos mucho que aprender sobre los métodos de la mafia o mafias chinas en España. Lo mismo podemos decir de grupos criminales rusos, ucranianos, bosnios, rumanos. Poco se sabe de los indios y los pakistaníes, de los japoneses y de algunos grupos sud o centroamericanos. (Lo que se sabe de los japoneses no es muy tranquilizador, pero en España intuyo que constituyen una minoría).
Lo cierto es que en toda España las mafias han encontrado una marco encantador, casi perfecto para sus actividades de blanqueo de dinero procedente de actividades criminales. Pocos sitios tan perforados o tan penetrados por las mafias como Málaga. En España quizás sólo exista un sitio mejor que Málaga: Baleares. Y por su mayor volumen, Mallorca. Mallorca es un encanto para las mafias, parece su paraíso. Somos adorables y bizcochables. En Baleares tenemos un amplio surtido donde comprar cualquier servicio o servicial cómplice o colaborador. Basta un somero análisis de contenido de nuestras hemerotecas para observar a grandes rasgos donde falla el sistema. O donde colabora necesariamente con los delincuentes o donde les facilita el trabajo. Etcétera.
En Ibiza ocurre otro tanto, por mucho que se quiera disfrazar nuestra atmósfera de marcha o de fiesta con alegre despreocupación. No tengo el tema estudiado e ignoro hasta que punto trabaja el día a día la policía de las Pitiusas. De todas formas, los métodos de finales del siglo XX han sido muy potenciados por las nuevas tecnologías y la entrada en la UE. Quiero decir que no necesariamente las operaciones anti-mafia se inician en Ibiza, sino que a menudo se concluyen o son un eslabón más en un largo proceso de pesquisas internacionales. La Europol no es un florero para decorar, tiene una información potente y en el momento adecuado se pasa a las terminales, en esta caso a Ibiza o Mallorca.
Así que hemos pasado de mafias emergentes a mafias emergidas. En las dos últimas grandes operaciones en Mallorca se ha detenido a una banda alemana y a otra rusa. Casi es de manual. En principio, en ambas interviene Europol, ministerio del Interior, Guardia Civil, Policía Nacional, Juzgado de Mallorca y algunos más. Es casi un ejército, como no puede ser menos. Que se obtengan resultados ya se verá, pues la espectacularidad no es sinónimo de eficacia final, es decir, retirar de la calle a decenas de criminales, torturadores, proxenetas, ladrones y delincuentes en varios grados. Y hablo no solo de la operación Casablanca contra una treintena de Ángeles del Infierno alemanes o de la operación Taganskaya contra el mafioso Romanov ruso. Hablo en general. El tema es de una gran complejidad. En este momento quería reflexionar sobre algo preocupante: ¿Por qué les gusta tanta Ibiza y Baleares a las mafias más violentas?