miércoles, diciembre 02, 2009

Ahora toca reventar el turismo rural


Con la excusa de una crisis existente y muy dura, un Gobierno que se las da de progresista ya ha pegado dos puñaladas más regresivas que progresivas a la hostelería balear, que afectarán mucho a Ibiza.
En esta nebulosa el Govern de Antich ya facilitó a los hoteles un incremento del volumen de edificación, o sea más plazas disponibles. Introducir más plazas en Ibiza ya es un auténtico suicidio. Si se hacen será por el negocio directo que supone apilar ladrillos, pero el turismo balear está pasando por un higiénico proceso de renovación, y quien no lo vea así es posible que se encuentre en un mundo incomprensible y con un agravante: si se devalúa el turismo, también se devalúa el valor de los inmuebles.
La segunda puñalada la acaba de hincar ahora mismo el Govern balear progresista con el nefasto Decreto Ley 60/2009, mediante el cual «se establecen la unificación de los procedimientos y la simplificación de los trámites en materia turística y también la declaración responsable de inicio de actividades turísticas». (Consultar en www.derecho.com).
El decreto ha enervado al GOB que interpreta este decreto como una forma definitiva de reventar el agrotusimo y el turismo rural. Y ello sabiendo que ahora están de moda los pequeños establecimientos rurales, pero la crisis ha afectado a todos de forma casi idéntica según los datos del Instituto Nacional de Estadística: «Las pernoctaciones realizadas en alojamientos turísticos extrahoteleros (apartamentos, campings y alojamientos de turismo rural) superan los 5,9 millones en octubre, un 8,6% menos que en el mismo mes del año anterior». Sólo es un ejemplo.
Siempre ha ocurrido lo mismo en Ibiza, o sea, cuando un negocio ha demostrado su solvencia y su éxito, de una temporada para otra le han copiado un centenar de vecinos, con lo cual se consigue que no funcione el primero ni los últimos. Pero esto es una servidumbre al libre mercado y a las leyes de la competencia.
El agroturismo permitía 25 plazas hasta este momento, y el hotel rural 50, junto con otras limitaciones. En suma, estas instalaciones turísticas han de estar sujetas a la actividad rural agraria. Esto ya se ha terminado. De hecho en el mismo Diario de Ibiza hemos visto disparatados proyectos de reforma que camuflaban habitáculos turísticos.
Toda Ibiza se llenará de grupúsculos, de grupos y de casitas-hotel. Se abandonará todavía más la actividad agrícola y los caminos estrechos y hermosos de la isla se convertirán en un trasiego agobiante.
Hemos conseguido lo que tanto temíamos, que no es otra cosa que romper otro equilibrio que hasta ahora conservábamos a pesar de todo. Y para más recochineo, con el beneplácito de un gobierno que se les da de progresista y de ecologista. Ya. Puja aquí i veuràs Porto Pi!

Diario de Ibiza