miércoles, marzo 25, 2015

Los otros turistas

Cuando decimos turistas solemos pensar en los británicos, alemanes y españoles, al menos en lo que a las Pitiusas se refiere, si bien los italianos constituyen un importante contingente del total de los que ha habido en Formentera. Pero por suerte o por trabajo ya son numerosos los grupos minoritarios que suman en el total del final de temporada. Por ejemplo, es reseñable la presencia de turistas franceses otra vez, recuperando aquella presencia de los años sesenta, de los argonautes y del Club Mediterranée (éste más reciente, aunque no funcionó según las previsiones, al menos el club de Platja d´en Bossa).
El turista francés, tan parecido al español, es de buen paladar, amante del buen yantar y del mejor beber. Como anécdota, muchos de ellos eran temidos por sus severas incursiones en la pesca submarina no siempre con artes legales ni permitidas. Sería bueno advertirles que este asunto está reglamentado y que las multas pueden ser –en caso de aprehensión– muy disuasorias.
En cualquier caso, los franceses han aumentado mucho en Ibiza, en la isla balear donde más lo han hecho, desde 2012 en adelante. ¿Puede ser debido a la pérdida de Túnez como mercado vacacional muy afrancesado? Quizás, de hecho coinciden lo que parece la causa y su efecto. No es nada raro que Ibiza funcione como mercado de sustitución, lo ha hecho otras veces y desde 2010, cuando estallan las sangrientas rebeliones de El Aaiún, y un mes después las de Túnez, nuestro Archipiélago se ha visto largamente beneficiado por los turistas prestados.
Entre ´los otros´ –uso el título de la película– también contamos con los miles de turistas procedentes de Países Bajos. Desde 1972 y siguientes, redescubrí la larga lista de pintores, escritores y viajeros que desfilaron por Ibiza desde finales de los cincuenta hasta al menos los años setenta. Quizás aquellos protoviajeros intelectuales dejaron un poso y una semilla que ahora ha fructificado. Cierto que también ha ayudado la presencia de televisiones y reporteros, programas, series, y películas que han repetido el boom que se dio en Alemania en los 80.
Otro grupo minoritario es el turismo escandinavo. Recuerdo de mis años muy mozos las fenomenales borracheras de los daneses y de los suecos en San Antonio. Enormes, rubios, buena gente, pero muy pasados de rosca. Incluso había algunos restaurantes suecos y daneses en la villa de Portmany. Por desgracia, los escandinavos dejaron de venir de raíz y al parecer no fueron ajenos algunos accidentes mortales por consumo excesivo de destilados de garrafa. No sé si hemos aprendido la lección, pero no podemos perder a estos minoritarios que se agregan a la gran manada mayoritaria de los clubbers. Necesitamos a los otros.
Por supuesto hay más, como los chinos, que merecen artículo aparte. Me intriga saber qué buscan los chinos en Ibiza.
@MarianoPlanells