miércoles, marzo 04, 2015

Formentera seguirá con coches

No me gustan los coches ni me gustan los atascos ni me gustan Ibiza ni Formentera en verano, entre otras razones, precisamente por esto. No me explico cómo en pleno siglo XXI no hemos conseguido superar esta monstruosa forma de movilidad.Claro, ya sé que suponen una fabulosa fuente de negocios, de trabajo y de agente dinamizador de la economía. Pero ya hace décadas que podríamos haber sustituido los combustibles fósiles por otros mucho más limpios. Al tema: me encantaría que en las Pitiusas quedaran menos coches circulando, sustituidos por buses y microbuses verdes, menos ruidosos y poco contaminantes. Quizás las islas volvieran a ser un paraíso. Soportables.
Pero en Formentera quieren recurrir a una medida limitadora. Por lo poco que sé, no pueden prohibir la circulación de vehículos en el territorio nacional y por muy descuajaringada que esté la España actual –y lo está mucho– es imposible prohibir el paso y el paseo. Se han puesto de acuerdo todos los partidos y las entidades de la isla, 80 asociaciones que forman el Consell d'Entidats, para redactar una ley de rango balear para poder cobrar un peaje a los vehículos provenientes de la Península, porque supongo que no pretenderán cobrar a los que vengan de Ibiza. Este proyecto de ley iría al Parlamento balear donde se aprobaría y sería de aplicación en aquellas islas que prefirieran hacer uso. Quiero suponer que también la asociación de las casas de alquiler de coches, en principio muy beneficiadas podrán dar su opinión. Ignoro si los coches que se alquilan en Formentera pagan el impuesto de matriculación y circulación en ayuntamientos lejanos de la península, en vez de pagar en los ayuntamientos pitiusos.
En cualquier caso, ahora es el momento de tratar todo estos temas. En realidad el agobio se pronuncia en julio, agosto y septiembre, cuando la isla se pone en 35.000 habitantes y el número de coches sobrepasa con creces los 10.000. Los apenas 80 kilómetros cuadrados de Formentera no dan más de sí y esta medida, si bien tendrá poco poder disuasorio, al menos servirá para recaudar y hacer calderada. Es probable que tampoco sirva apara incentivar la visita en temporada baja. Está demostrado que quien compra Pitiusas quiere el ferragosto y le da igual el precio, los atascos y el hacinamiento humano o inhumano. Al contrario, parece que lo buscan adrede: Formentera seguirá con coches e Ibiza muchísimo más.