Otra vez me encuentro con un caso que confirma mi teoría de que en Ibiza no es el periodista quien agota los temas, sino los temas quienes agotan al periodista.
El proyecto sobre el puerto deportivo de Es Viver debió empezar a carburar en 1971, que es cuando Matutes quería comerse el mundo y casi acabó con el turismo de Ibiza al levantar el hotel Insula Augusta en las cercanías de la cabecera de pista del aeropuerto.
Hizo suyo el lema norteamericano ‘Think big’ y me parece muy bien, siempre que se piense a lo grande, pero correctamente y en su debido momento.
El Insula Augusta saltó dinamitado por el ministro del Aire de Franco. Matutes era el alcalde de Ibiza, o lo había sido hasta que se le sugirieron una discreta dimisión.
La otra gran idea de Abel Matutes acaba de saltar más silenciosamente, pero espero que sea algo definitivo: el puerto deportivo no podrá construirse, por muchos motivos técnicos, ecológicos y por sentido común que se explican en la negativa del Consell.
Pero hay que reconocerles constancia a estos benefactores de Ibiza, de los cuales nos libre Dios, aunque no nos ha librado de todos.
Debía ser en 1976 cuando Baltasar Porcel, que entonces dirigía Destino, un semanario cada vez más politizado y cosido a multas gubernativas, me encargó que le enviara una página de este proyecto. No le hice más preguntas que las necesarias, me entrevisté con Abel y le mandé unos folios que salieron publicados.
Entonces ya tenía problemas para conseguir las licencias. Pero que conste que la idea es antigua y que ha venido gestándose mirando de colarla de mil maneras.
Después, yo mismo he escrito varias veces manifestándome en contra del proyecto. No es nada personal, y la prueba es que casi con los mismos argumentos me podría manifestar a favor de un campo de golf más atrás, siempre que no se aproveche el viaje para endilgarnos varios bloques de apartamentos. Con el cemento ya soy implacable: no a todo. Ni un bloque más, y de los que hay ya sobran más de la mitad.
Aparte de mi blog, fue el 13 de mayo del 2006 cuando en este Diario saqué ‘De vivero a basurero’ con un título que explica bastante claramente el sentido del texto: estas hermosas playas y rocas bajas, son un gran pulmón depurador del mar. Sólo en los días de vientos de Levante se muestra desapacible. Pero si se cerrara algún sector, los destrozos serían históricos, en los fondos, en la superficie y en las proximidades. Menos mal que el Consell ha dicho no al proyecto. No se construirá (mmm, de momento).