sábado, febrero 21, 2009

Keynesianismo en Ibiza


Cuando leo la entrevista al consejero de Programación Económica Corporativa (vaya un nombre) me digo: “Tate, Keynes puro”.
La teoría macroeconómica keynesiana es claramente intervencionista, en contra de lo sostenido por la doctrina del laissez faire, y Tomás Méndez repite casi el manual del parvulario: “Crearemos numerosas obras públicas para luchar contra la crisis económica”.
No es una crítica a Méndez, sino un apunte a pie de página: los socialistas son así y no entienden otra cosa, y mucho más los socialistas que rodean a ZP. En lo que he visto hasta hoy, los mismos socialistas a los que voté en 1982, se han mostrado hábiles en la incorporación de ventajas sociales (que por otra parte hubieran ido incorporando, y algunas lo fueron, UCD o el PP). Pero muy torpes en la creación de riqueza fundamentada. Muy al contrario, siempre han ido al derroche y al déficit con lo cual han creado millones de parados.
Y ahora volvemos a estar en las mismas, con el agravante de que este vez Europa está mal y España ya no percibirá la lluvia de millones de fondos europeos que han dejado al país arrasado por el cemento.
Las medidas aplicadas por ZP, resumidas en inyectar cantidades astronómicas de dinero, creando una deuda pública monstruosa, vienen a ser las mismas que en todo el mundo, con menos transparencia y mucho mayores proporcionalmente. Pues bien, no funcionan.
Los asesores americanos ya hablan del error de Keynes, para no referirse al error de Obama o de Zp o al mismo que está a punto de cometer el Consejo Insular de Ibiza si sigue derrochando el dinero (como piden los hoteleros, por ejemplo) en estrambóticos planes de choque, cuando estamos desarrollando un choque continuado desde noviembre, asistiendo a ferias y dando a conocer las islas. Ya basta de locuras. Y menos para los hoteleros que quieren privarnos de medios para la sociedad para proporcionar sus paquetes del Todo Incluido, cuando por cierto ya vienen promocionados en una veintena de ferias. Como los catalanistas, son insaciables.
Ahora, la frase de Méndez también nos indica la perversidad mental de los políticos, no la del pobre Tomás en sí, que es un santo. Me explico: en vez de decir, miren vamos a invertir dinero y esfuerzos en la promoción turística, pero a pesar de la crisis, vamos a intentar desarrollar las infraestructuras pendientes desde hace décadas, porque dichas obras mejorarán nuestra oferta y nuestros servicios, y de paso como es lógico ayudarán a luchar laboralmente contra la crisis. Me quejo del orden.
Los políticos siempre pendientes del voto, en vez de la eficacia.
ZP gastará un dineral para colocar cartelones con lo del gobierno de España, en vez de invertirlo directamente en salarios. Más de lo mismo