Más vale mantener el buen humor y el tono flemático (tranquilo, pausado, impasible) que alterarse y someter los nervios a un desgaste inútil.
Cada invierno los hoteleros toman un protagonismo que en realidad corresponde a todo el sector turístico.
Los hoteleros de Ibiza han sido siempre muy bien tratados, digan lo que digan, y ellos pagan a una sociedad que está harta de ladrillos y de demandas artificiales de puertos deportivos y campos de golf pidiendo más y más, sin parar.
Malo es despreciar el poder de los hoteleros. Peor, empero que los hoteleros pretendan inventarse cada ocho meses las reglas del juego y reinventarse Ibiza, presionando en todas partes para construir puertos deportivos y campos de golf.
Campos de golf es un tema que podría hablarse con condiciones muy estrictas (sin consumo de agua) y de los puertos deportivos mejor ni tocar el tema. Un no absoluto.
Cada vez que hay crisis sacan este temario: es una forma de coacción poco sutil. Más flema, mejor humor, como han demostrado en Fitur: “Es mejor irse de vacaciones que pagarse un psiquiatra”. O despreocúpate y vente a Formentera o a Ibiza. Bueno, eso sí.
Los clientes vienen cada vez más por libre. Algo así como la mitad ya pagan su avión low-cost y contratan también por libre los días de hotel. Por el contrario, sigue habiendo un contingente que busca un paquetazo que lo incluya todo. Y lo encuentra, porque muchos hoteleros están de los nervios y no ven salida para el verano, porque no hay contratos de garantía.
Hay algo que quiero decirles, con toda cordialidad y yo sé que Juanjo Riera es receptivo. No hay que perder el tiempo pidiendo construcción (golf ni puertos) sino ir arreglando los hoteles propiamente dichos.
No solemos decirlo los periodistas, porque nos gusta potenciar a los hoteleros, aunque algunos no se lo crean, pero los hosteleros de Ibiza tienen que ponerse manos a la obra, porque todos sabemos que la calidad de los hoteles pitiusos sigue siendo la más baja de la Baleares.
Mejor ocuparse, no preocuparse y no buscarse enemigos interiores. Ibiza no soporta más carga. Ni un ladrillo más.
Publicado hoy en Diario de Ibiza