Mi artículo de hoy en Diario de Ibiza, Los hoteleros lloramos mucho:
Ya ha terminado la temida y deseada feria Fitur, que a más de uno habrá servido para disfrutar de una terapia de grupo. Procuro estar muy atento (o como dicen, ocupado, pero no preocupado) a lo que dicen los hoteleros de Mallorca, porque ya expliqué una vez que los de Ibiza no dicen nada.
Últimamente ha mejorado mucho con los últimos presidentes pitiusos, pero todavía no han adquirido el desparpajo de los mallorquines.
Esperemos grandes cosas de Juanjo Riera, dentro de las limitaciones que impone una agrupación muy conservadora y nada conservacionista.
En Fitur se ha destapado Antonio Horrach, de la Federación mallorquina.
Es probable que conozca nuestras ironías frente a sus interminables y jeremíacos lamentos, porque le recojo esta frase: «Tenemos fama de llorones, pero yo no comparto la filosofía de quejarse siempre. Lo estamos pasando mal, pero sería falso decir que estamos en crisis».
Mucha razón tiene Horrach, que también preside la cadena HM Hoteles. Cuando las cosas vienen de cara se suelen rebajar las cifras y se lamentan de igual forma y a menudo con mucha razón, porque la facturación del hotel no va en paralelo a la gestión racional de los políticos, y cuando llega la crisis siempre nos atropella porque los deberes no están hechos.
Ahora echan mano urgente a planes desempolvados. No es de recibo recurrir a la sempiterna canción de los puertos deportivos. No sé en Mallorca, pero en Ibiza los hoteleros mejor harían en gestionar lo suyo y exigir vigilancia y limpieza (ya lo hacen de hecho). Pero olvidarse de esta rentabilísima (para ustedes) manía de crecer siempre.
Cuando exigen más crecimiento no actúan como hoteleros sino como constructores. Ibiza tiene todo lo que necesita y un exceso de sobrantes. Julio y agosto jamás tendrá suficientes amarres, de manera que los hoteleros pueden colaborar en asombrar a la clientela con otras cosas y en otras fechas.
Pero vienen mal pintadas. Esta vez se ha acumulado todo y se avecina la tormenta perfecta. Horrach comenta la reducción de vuelos, muy importante este invierno y rebajada en las previsiones de slots para el verano 2009. Los hoteles están haciendo ofertas y muchos se acogen a la modalidad del paquete con el Todo Incluido.
El mercado español descendió un 13,5% en 2008 y Horrach celebra que el spot de Nadal también se ha pasado en España (inicialmente era para Reino Unido y Alemania). Y no se calla al despreciar el Illes Balears como lema: «Nos ha hecho mucho daño. Mallorca es una marca muy potente. Somos la coca-cola del Mediterráneo». Tiene razón. Ibiza es una marca potentísima.
Es mucho mejor hablar claro y si no haces tú las propias cuentas te las acaba haciendo algún botarate.