sábado, julio 31, 2010

El catalán recula


Parece que Carod-Rovira, el número dos del Ejecutivo de José Montilla, presentó el balance sobre el estado de la lengua catalana con enorme energía y optimismo: el catalán ya se enseña en más universidades extranjeras que el holandés o el griego clásico, en un proceso de internacionalización real imparable, explicó eufórico.
Pero ocultaba algunos detalles demoledores: estos resultados nimios e intrascendentes han costado una fortuna al contribuyente catalán y español, casi 200 millones de euros en los últimos siete años. Incluso peor, el catalán ha retrocedido en el mismo período en el uso cotidiano y preferente en casi un once por ciento.
Dicho de otra manera, a pesar de las costosas subvenciones a la prensa, a la efusiva potenciación de radios y canales de televisión, a pesar de la persecución del castellano, a pesar del CAC, a pesar de la inmersión lingüística, el ciudadano de Cataluña cada vez hace menos uso de lo que pretende ser el idioma del Principado. Tan sólo un 35% de los ciudadanos de Cataluña utiliza habitualmente este lengua de forma preferente.
Y en esta circunstancia no se puede alegar manipulación ni un uso torticero de las técnicas exploratorias, como no las haya realizado el mismo Carod, ya que el ´Balance de Política Lingüística 2004-2010´ es un trabajo llevado a cabo por la Secretaría de Política Lingüística de la Generalitat, un departamento directamente controlado por Josep Lluís Carod-Rovira. La encuesta incluye una muestra de 7.140 entrevistas a ciudadanos mayores de 15 años, lo cual demuestra que es representativa.
Como es lógico, los datos no han tardado en conocerse y han supuesto un varapalo para las tesis coercitivas del nacionalismo, que por mucho que sumerja en las escuelas, que pague cursillos de asimilación y otras maniobras, ni aunque amenace con sanciones no logra ver cristalizados los frutos de sus empeños, tan contumaces como derrochadores.
Una de las explicaciones es la importante llegada a Cataluña de inmigrantes en los últimos diez años, pero de ser totalmente cierta, la misma presión hubiera afectado al castellano y no ha sido así.
La anterior encuesta era de 2003 y entonces un 46% afirmaba el uso del catalán como lengua habitual y ahora este porcentaje ha disminuido al 35.6 %. Un retroceso importante. El castellano ha bajado menos, de un 47,2 ha pasado a un 45,9.
En la última encuesta aumenta el árabe (¿qué árabe? Lo ignoro) y «otras lenguas».
Un auténtico jarro de agua fría para las pretenciosas aspiraciones del Tripartit, en la misma línea de fiasco que ya habíamos observado hace tres años (y quizás más) en el contundente fracaso escolar en las comunidades de Valencia y de Baleares. Cito de memoria, pero Ibiza se colocaba en la cabeza del fracaso escolar con un 30,8% en toda España.
No me extrañó entonces que alguien con mucho sentido común apelara a la necesidad de derogar la Ley de Normalización Lingüística y la normativa derivada que impiden la libre elección de lengua en la educación de nuestros hijos. Que quien quiera estudiar en catalán pueda hacerlo y quien prefiera el español, lo mismo. Ya están tardando demasiado.

miércoles, julio 28, 2010

Llobet y la persecución religiosa


Mariano Llobet ha cerrado el círculo sobre la guerra civil en las Pitiusas con la publicación de un libro útil y esclarecedor: ´Apuntes sobre la persecución religiosa en la diócesis de Ibiza durante la guerra civil española de 1936 a 1939´.
El abogado y escritor ibicenco ha necesitado tres libros para narrarnos los prolegómenos y el desarrollo de la guerra civil en nuestras apartadas islas. Comenzó por 'Personas y días de la Segunda República', un texto esencial para comprender la mentalidad de la época, los personajes que trajeron y que al final destruyeron a la propia República, y en suma una explicación sucinta de los acontecimientos que precipitaron una explosión de odio y de sangre sin precedentes. Esto lo explica en el segundo tomo de la trilogía, 'La guerra civil en Ibiza y Formentera', un auténtico reto donde el autor confronta un centenar de libros sobre el mismo tema, abarcando todas las ideologías, aunque predomina la versión más izquierdista, según recuento efectuado por el prologuista Bartolomé Escandell.
Y finalmente este opúsculo de 47 páginas, que sirve de colofón estremecedor a la trilogía que narra uno de los peores años de nuestra historia milenaria, el año 1936. Colofón porque cierra esta minuciosa aventura bibliográfica y aldabonazo por lo que pueda tener de llamada de atención a los espíritus sensibles y ecuánimes.
El anticlericalismo no es de hoy ni de los años 30, ni siquiera de la Semana Trágica (Barcelona, 1909) o de la anterior desamortización de Mendizábal. Quien haya leído la 'Historia mágica de España' de Sánchez Dragó, por mencionar un libro de divulgación muy popular al alcance de todos, encontrará abundantes ejemplos desde el comienzo del cristianismo. En todo caso llama la atención cómo se usó la violencia contra los religiosos (monjas, frailes, sacerdotes, seminaristas) y contra el patrimonio de la Iglesia (bibliotecas, edificios, conventos, iglesias, capillas, ermitas, pinturas, estatuas, escultura, joyería) desde los primeros momentos de la República de forma coordinada y en distintos puntos de España, lo cual demuestra –como si hiciera falta– un dirigismo vesánico desde arriba, que no cesó en toda la guerra. Paracuellos es un paradigma del horror, pero también en Cataluña, donde bajo la égida de Lluís Companys se persiguió con saña a clérigos, monjas y se les saqueó los conventos y se les robó todos sus bienes disponibles.
Leía hace dos días en La Vanguardia, con la firma de nuestro querido Josep Massot, el intento de salvar a 200 religiosos maristas (la sede estaba en Francia) mediante el pago de un rescate de 200.000 francos. Tarradellas los cobró, pero igualmente fusilaron a los desdichados maristas.
El horror sucedía al horror. Mariano Llobet escribió esta relación atendiendo una petición del obispado para gestionar ante el Vaticano un expediente que reconociera a nuestros mártires. Nada menos que 21 fueron asesinados en algo más de un mes. Apenas los rojos pisaron tierra en Formentera y ya buscaban curas (como decían ellos despectivamente). Uno se entera de que había en las islas 53 sacerdotes. No todos tuvieron suerte, incluso es Bisbe Frit, el obispo don Antonio Cardona Riera pudo salvarse disfrazándose de payés.
Quedan muchas cosas por contar y espero que una vez cerrada la trilogía doliente, nuestro escritor pueda concentrarse en unas memorias que serían sabrosas.

sábado, julio 24, 2010

Ibiza ya es Matrix


Una señora sentada en una mesa de una agencia de viajes encargando un billete. Detrás de la mesa le contesta el empleado: «Señora, ahora mismo todos nuestros viajes son de aventura. ¡Quién sabe si esta agencia abrirá mañana!»
A nuestra incierta situación laboral hay que sumar una desastrosa situación financiera y económica en general. Los turistas que vienen a Ibiza saben por experiencia que un simple y anodino viaje de Manchester a Ibiza puede convertirse en un azarosa aventura con final inesperado: desde las cenizas volcánicas islandesas a una campaña huraña (bien por el ripio interior) de los controladores aéreos hasta una amenaza de bomba, incluso una cancelación por peligro de terrorismo en algún punto del Mediterráneo. Cualquier cosa es posible y el viajero ya la asume como parte de la rutina anual. Y es que los europeos nos hemos mostrado diligentes en la gestión de los desastres, aunque todos sabemos que en términos absolutos la seguridad no existe.
Y lo sabe el turismo de Ibiza, ya muy joven y químicamente alterado. Empieza el verano y comienzan a volar turistas desde los balcones amén de otros fenómenos que parecen responder a alteraciones que ya se dan por asumidas. Incluso en este paisaje hemos aprendido a minimizar los riesgos, con medidas tan simples como romper el ritmo de apertura o tener en disposición a unos cuantos sanitarios que conocen el asunto y evitan que las intoxicaciones vayan a mayores. Lo que ocurre en Ibiza es ya un caso referencial. Bienvenido sea este pensador francés que quiere iluminarnos. Gracias, pero ya llevamos unos 25 años escribiéndolo, aunque tratándose de teorías, cuantas más mejor.
Incluso antes del fenómeno ´Matrix´, que es muy reciente, 1999, ya nos hemos ido fijando en la deriva del turismo de Ibiza. Si comenzamos por la película 'More' de Barbet Schroeder, 1969, descubriremos que la promoción (involuntaria) y la evolución del turismo de Ibiza se ha hecho bajo la sombra (benigna o maligna, eso cada cual sabrá) de la droga. De las drogas.
Algún día tendré que pensar más despacio sobre este fenómeno, que en realidad no comienza en 1969. Al menos el uso conocido del cannabis es de diez años antes, de 1959. Ya no digamos el alcohol. Pero lo que ocurre ahora es flagrante. El turismo de discoteca, siempre ligado a las drogas, por mucho que no les guste que lo digamos, se ha ido apropiando del tiempo y del espacio Ibiza, que a la vez se ha convertido en pasarela de prensa para las celebrities y los famosillos, como ya anticipé a finales de los años 80. Algunos famosos sólo aparecen uno o dos días para hacerse las fotos y después desparecen en otro sitio más discreto para descansar.
Así, Ibiza se ha ido reduciendo a un Matrix con dos sociedades que usan dos tiempos y dos espacios distintos. Durante dos meses un millón y medio de usuarios se abandonan a la química y a la música, en un universo paralelo. Claro que hay minorías horizontales y silenciadas, todo incluido y gente atónita. Pero básicamente el fenómeno Ibiza Matrix funciona como un reloj, lo que no sé es para cuánto tiempo.

miércoles, julio 21, 2010

Animales ponzoñosos

 Las leyendas de procedencia pagana y arcaica suelen fascinar a los viajeros y recién llegados a la isla, pero son eso mismo y no son otra cosa, leyendas. A principios de los años 80 procuré reunirlas todas y a algunas incluso las adorné pero con un sentido lúdico y figurado, de esa manera las revitalicé en mi ´Diccionario de Secretos de Ibiza´ . Hasta tal punto que mucha gente prefirió rendirse al romanticismo antes que al realismo y tomaron por ciertas muchas supersticiones que yo sólo presentaba como un modelo de imaginación rural o de filtración histórica curiosa.
Ninguna leyenda ha arraigado tanto como la que da por cierta la inexistencia de animales ponzoñosos en Ibosim. Esto no puede ser cierto –lo habré explicado cien veces– cuando a la pobre isla de Formentera la cargaron con la fama simétricamente contraria, la de isla de las serpientes, Serpentaria. Por cierto, la serpentaria no es Formentera sino una planta con propiedades demostradas contra los calambres y contra el reuma. ¿Cómo va estar despoblada de serpientes Ibiza y en cambio va a estar repleta Formentera, siendo de hecho –morfológica y geológicamente– la misma isla?
En Ibiza no había serpientes porque los depredadores las habían exterminado, no por refracciones mágicas ni por la calidad vermífuga del terreno.
Las supersticiones, las religiones están muy bien en su sitio, pero no en el ámbito de la ciencia, que se basa en hechos y datos empíricos contrastables. La prueba la tenemos ahora: Ibiza se ha llenado de bichejos y de plantas venenosas, que medran y se reproducen con una sorprendente fecundidad. Las especies exóticas introducidas en un nicho ecológico inexplorado suelen obtener resultados imprevistos. Las culebras y las serpientes viven la mar de felices en Ibiza.
En las Pitiusas, los peces, las algas, las serpientes, y por supuesto las panteras, no tienen casi ningún enemigo natural, que se sepa (aunque con el tiempo necesario les saldrán). Las algas introducidas, al menos dos (la racimosa y la taxifolia) se superponen a nuestras praderas de Posidonia y van colonizando el espacio, la luz y el oxígeno. Y se desenvuelven con gran velocidad porque ningún pez ni ser vivo las neutraliza. El desequilibrio está asegurado.
¿He dicho panteras? Cualquier animalada es posible en Ibiza, donde gente sin excesivos escrúpulos se rodea de tejones, hurones, mapaches, y según he leído incluso una pantera. El problema es que se le ha escapado y ha tenido o sigue teniendo entretenida a la Policía tras su pista. En estos casos, aparte de la multa, le pasaría una una buena factura al desaprensivo que maneja estos animales. Ignoro la legislación, pero si para tener un perro te piden todo tipo de documentación no quiero imaginar para traerme a Ibiza un guepardo o un tiranosaurus rex.
En cualquier caso esta profusión de animales exóticos tan hambrientos cuando ven las especies autóctonas sólo nos sirve para prolongar la convicción de que en Ibiza sale gratis cualquier barrabasada y que la isla está sufriendo una presión brutal en todos los órdenes desde hace unas décadas.

sábado, julio 17, 2010

Píldoras o yo no sé

Situaciones comprometidas, propuestas alarmantes que cualquiera puede leer en las páginas de nuestro Decano, o sea, «miembro más antiguo de una comunidad, cuerpo, junta, etc.», según el diccionario. Situaciones a veces misteriosas.
El Museo Arqueológico de Ibiza lleva unos 15 años cerrado y al parecer no se abrirá nunca más. La inútil y redundante ministra de Cultura Sinde (sinde-scargas, la llamamos en Internet) declara desde Palma que la biblioteca y el museo se están revaluando. No, incompetente, se están devaluando.
Ya no me sorprende nada, ni tan siquiera que Menorca reciba mucho más dinero que Ibiza para su promoción turística. Menorca suele recibir mucho mayor y mejor atención que Ibiza y Mallorca sigue abusando de nuestra paciencia. Yo les pediría la independencia, pero imaginen por un momento que el gobierno de Ibiza vuelve a caer en las manos o la influencia de algunos personajes pitiusos que estos últimos meses salen en la prensa.
Por eso y por muchos motivos (porque son ruinosas) ya no creo absolutamente nada en la España de las autonomías. Hemos fracasado, pero mientras puedan seguir chupando las garrapatas que forman los políticos y sus enchufados eso no cambiará. ¿Cómo cambiará? A la fuerza. A la fuerza ahorcan, aunque en este caso se ahorque un sueldo.
Dice una encuesta que Baleares es el lugar que deja más satisfechos a los turistas, después del Caribe. Dudo que la mayoría de los turistas de Ibiza se entere de nada: llegan colocados y se van cósmicos a su país. ¿Felices? Supongo, porque repiten.
Fernando Ferré es un genio que al salir en el capó del fontanero de la prisión, me ha recordado cómo escapó de la cárcel Juan March y se llevó al carcelero con él. Cosas de Ibiza. A ver, señora directora general de prisiones, ¿no le parece raro lo que va ocurriendo en Ibiza? Un misterio.
No me extraña que Ibiza reciba poco o ningún dinero para la promoción, el dinero les hace falta a los mallorquines. Sólo para traducir la palabra Ibatur (que suena a vatuadell en chino) se gastaron 6.000 euros, millón de pesetas. Esto me recuerda lo invertido en Ibiza en unas máquinas quitanieves. Pero qué difícil se nos hace votar al PP. Y al PSOE. Bipartitos insaciables.
El aeropuerto de Ibiza tiene seis controladores menos que hace un año. Hay que ahorrar ¿o es que antes se derrochaba? Se quejan los pilotos de que les hacen dar muchas vueltas antes de aterrizar: no os quejéis, contemplad Ibiza, si fue preciosa todavía debe de retener algo.
Nuevo disparate para justificar que hacen algo, y lo hacen, el gandul. Nueva inversión de cuatro millones y medio para potenciar el turismo de invierno en Ibiza. Ya os han contestado. No servís para atraer turismo en julio y agosto y derrocháis –en realidad eso no deja de ser una malversación– en proyectos ilusos, indigentes e indigeribles.
Y acabo, ¿no es extraño que siendo Ibiza la isla del amor libre haya por ahí cada vez más prostitución en la calle?

miércoles, julio 14, 2010

El turista atónito


Ha llegado el verano, tiempo de turistas. Vienen a Ibiza y muchos quedan atónitos, algunos catatónicos, ya los menos, gracias al cierre de los afters, entre otras razones, pero en general para los queridos becarios del Diario la gente suele hablar, atónitos pero no afónicos...
… no os sintáis ofendidos, yo tengo más de medio siglo y sigo siendo becario, casi soy becario vitalicio y además para pánico de mis pocos enemigos supervivientes no me puedo retirar porque no tengo jubilación, pero tampoco pienso jubilarme nunca. Antes muerto que jubilado. Entendedme, al único de Ibiza que tengo envidia es a Antonio Torres Font, licenciado jubiloso que encima se dedica al arte y … a pocos más. Remarco lo de licenciado, porque Torres Font se parte de la risa cada vez que habla de las licenciadas, pero eso es une histoire a clef que sólo entienden quienes conocen Ibiza al menos desde 1998.
Unos turistas, Miguel y Marián, de Galicia dicen que no les ha gustado nada ver a tantos turistas borrachos. Tienen razón, pero la mejor forma de no verlos es emborrachándose uno (a su vez) y seguir la corriente de la manada. Si sabré de lo que hablo. Eso mismo ocurrirá con muchos españolitos que piensan que Ibiza no va en serio. Aquí no estáis en un plató de la pringosa Tele5, aunque también: Ibiza va en serio, por suerte o por desgracia.
¿No me creéis? Preguntad en urgencias.
Pero yo me paseo por toda España desde el año 2000 y aun desde antes y siempre les mando a Ibiza: es una licenciatura para imberbes y parejitas que se cogen de la mano en el barco cuando van a Ibiza. Ya de regreso o se cogen por el cuello o uno se sienta en proa y otro en popa. Que Ibiza te pone a prueba, chico, y lo mejor que puedes hacer es no tomarte casi nada en serio, sobre todo a ti mismo. Sin perder la verticalidad, como sabe cualquier pulpo.
Yo conozco parejas que se han rejuntado 30 años después. No saben porqué se casaron ni porque se separaron; lo único que saben ambos contendientes (perdón, pretendientes) es la explicación: “fue Ibiza”. Fue Ibiza, pero eso ya pasó. Quizás sea cierto. Ibiza, tomada en exceso, puede dañar seriamente tu salud, decíamos antes.
Por esto los mejores ejemplares macho de espaldas plateadas se van de Ibiza. Y hembras. El cuerpo aguanta lo que aguanta y algunos ya no soportarían ni una estocada más.
Bah, eso que cuentas lo puedes decir igual de Madrid, de Bilbao, de Valencia....
Es posible, quizás. Sólo que Ibiza tiene un imán que te retiene hasta convertirte en polvo de jengibre. De Madrid te vas o cambias de chamberí en 10 minutos. De Ibiza no puedes moverte. Estás clavado, y nunca mejor dicho, no sólo por la inercia, sino incuso por los precios de Acciona y de Baleària. Cómo será el salvaje oeste marítimo de Ibiza que incluso la Comisión Nacional de la Competencia les ha abierto un expediente. Espero que no sea una cortesía dilatoria mesetaria para seguir tomando el pelo a los pitiusos, que ya lo tenemos todo muy tomado, incluso la pelambrera.
Gallegos, mesetarios, andaluces, extremeños: venid a Ibiza con vuestra pareja. Si sobrevive el matrimonio estáis preparados para vencer todas las tempestades.

sábado, julio 10, 2010

Locos por exprimir al turista


Locos por ordeñar el poco dinero que maneje el turista. Los monederos cerrados y bien blindados se han acabado. Quien quiera seguir haciendo el turista tendrá que ir pagando tasas, sobreprecios, añadidos, más IVA, suplementos sin fin... no bromeo.
Comprendo que en las Pitiusas apretemos un poco en el zénit de la temporada: julio y agosto se convierte en una ratonera para el turista, acuciado por la sed y el cansancio, por el calor y la humedad de Ibiza.
Hasta 6 euros por un botellín de agua de un quinto. Etcétera.
Pero he mirado un poco y no somos los únicos en aplicar tasas especiales o ecotasas, aunque no son tales y de fines ecológicos tienen poco. Hablando de fines, podemos establecer una ley turística que se cumple inexorablemente: el consumidor final siempre y en todo lugar será minuciosamente puteado (ordeñado) y ello cada vez más y sin sentimiento de piedad ni de culpa por parte del recaudador.
¿Qué ocurre? Pues... que consumidores finales lo somos todos.
Y tenemos que pagar el derroche, la corrupción y el choriceo de la casta de los políticos. Por ejemplo, Berlusconi no ha tenido empacho alguno en implantar una ecotasa a todo turista que pernocte en Roma. Diez euros por estancia (no por noche) y por turista.
La misma Alemania ha impuesto una ecotasa aérea que se supone recaudará una suma final astronómica. Para que me los ordeñen en España o en Italia, ya les saco yo la pasta, habrá pensado Angela Merkel, más dura que el acero. Pero esta ecotasa preocupa mucho a las autoridades mallorquinas y afectará al turismo alemán.
Incluso Joan Gaspart en la grisácea Barcelona se plantea poner una ecotasa con el fin de recaudar unos 20 millones de euros. Por supuesto, se extenderá por toda Cataluña. Hay que pagar los desastrosos políticos nacionalistas que han llevado a la ruina a aquella bella comarca española.
Los baleáricos no podemos reírnos ni quejarnos, pues tuvimos y mantuvimos una polémica ecotasa desde mayo del 2001 hasta octubre del 2003. De hecho nos hicimos tristemente famosos en toda Europa ante este suplemento que simplemente acabó complementando el derroche de unos políticos ineptos y viciosos.
El origen de la ecotasa se retrotrae a los tiempos de Cañellas, pero el poderoso lobby hotelero se negó en redondo a establecerla y aplicarla. El tiempo les dio la razón.
Ya hace tiempo que me niego y soy escéptico ante la voracidad de los políticos, que de todos modos no suelen practicar la sobriedad ni mucho menos la austeridad en sus propias filas.
Así que el consumidor hará muy bien si deja de ir a Roma o a cualquier comunidad o región donde se le pretenda exprimir más de la cuenta. Por lo general muchos aeropuertos de todo el mundo ya aplican una tasa especial, pero suele ser de un dólar o una cantidad parecida.
Turista, oh paquete baqueteado, ser implume y objetivo de los políticos codiciosos, rebélate. Estate quieto en casa. Vota con tu dinero.

miércoles, julio 07, 2010

Tormentas, fútbol, volcán y crisis

No lo olvidemos, el volcán islandés está ahí y nadie sabe cuál puede ser el desenlace de este y de otros volcanes potencialmente peligrosos. De momento se permiten los vuelos, pero justo ahora que no hay cenizas, España también sufre estos extraños embates del clima.
Hace dos días me desperté sobresaltado por las atronaciones, un chaparrón inmenso y una sesión de rayos como no la había visto hace tiempo. Al día siguiente toda España sufre el mal tiempo. El turista quiere sol, vicio y buenos precios. No sólo eso, ahora muchos turistas siguen quedándose en sus sillones, afectados por un síndrome que ya hace tiempo que se conoce: los torneos europeos o mundiales retienen a los turistas en casa, en especial a los españoles. Y España llegará a la final, o sea, hasta el día 15 los españoles no comenzarán a movilizarse.
¿Retendrá la crisis a miles de turistas españoles en su ciudad o en zonas accesibles? Sin duda. La crisis actual quizás sea llevadera para muchos, pero el año 2011 se presenta cargado de incertidumbres, pues parece un dogma que aumentará el desempleo amén de otras cosas y ninguna agradable.
Recibo noticias muy jubilosas de algunos amigos que tienen hoteles rurales en la isla. Pero que conste que antes de San Juan en Ibiza apenas había turismo de cierto poder adquisitivo. El turista de junio ha sido usuario de ofertas muy apetitosas, creando un ambiente apagado donde se pone en evidencia algo que todos conocemos pero nadie se atreve a mencionar: en Ibiza ya hace años que hay una exceso de oferta en casi todo.
Nadie lo quiere admitir pero sobran hamacas en extensiones demasiado pequeñas de arena. Sobran muchos bares y restaurantes de ínfima categoría pero de precios abultados. Sobran hoteles de ínfima calidad, ya amortizados, como esta treintena de establecimientos que regenta(ba) el 'estimat català' Fernando Ferré.
En Ibiza sobran muchas cosas y estoy intuyendo que 2010 será una temporada muy gris que cerrará cientos de estos locales que no podrán sobrevivir en un entorno hostil.
Pero Ibiza lo quiere todo: los miles de apartamentos, los miles de chalés, sin cerrar ni una plaza hotelera, por desvencijada esté. Se quieren ordeñar bien todos estos negocios, lo cual nos conduce a una situación sin salida, o sea, a la solución traumática.
Sin ninguna de las situaciones excepcionales que nos afectan (Mundial de fútbol, los azares de unas cenizas volcánicas impredecibles, un clima bronco y destemplado, una subida alocada de precios y de impuestos, etc.) Ibiza y Formentera ya debieran de haber emprendido hace años una renovación profunda en la hostelería, una ampliación o adecuación de infraestructuras y una política territorial rotundamente restrictiva.
Ahora con más razón y de forma inexcusable, la crisis llevará a cabo su propia renovación. Todo esto es cuestión de meses y no tiene porque ser necesariamente agradable.

sábado, julio 03, 2010

Mariano Llobet analiza la guerra civil





Mariano Llobet se enfrenta nada menos que a cien libros que tratan sobre la materia, la guerra civil de 1936-1939, al que algunos han considerado la cuarta guerra carlista.
Cuenta con un precedente brillante, una síntesis de los prolegómenos, es decir del período republicano, 1931-36, en un libro anterior del cual ya les he hablado, 'Personas y días de la segunda República'.
Nuestro querido elefante ha seguido un método impecable. Ha escogido un centenar de libros y los ha confrontado con los últimos descubrimientos y con su propia memoria, refrescada con numerosos testimonios directos. El mismo autor se explica en el artículo final, el cien, dedicado precisamente a un libro que sin restarle méritos memorialísticos, tiene mucho de mitología doméstica y de fabulación: 'Vida y muerte de un pueblo español', de Elliot Paul. El abogado pitiuso rebate y explica algunas de las más importantes mentiras del autor norteamericano.
El problema al que nos enfrentamos todos cuando buscamos un rigor histórico exento de exageraciones y de mentiras -sean del bando que sean- es la propaganda, que en una guerra puede ser un instrumento lícito, pero que hoy sólo sirve de humo para tapar los hechos. En este aspecto brillan por su mendacidad numerosos escritores y corresponsales norteamericanos, con el agravante de que al ser más conocidos han sido amplia y repetidamente citados.
Ibiza tiene su propio paradigma en esta circunstancia en Elliot Paul. Otros muchos autores extranjeros después reproducirán algunas de estas exageraciones. Por ejemplo, suele reseñarse el carácter crudelísimo de la guerra civil en Ibiza, sin mayores explicaciones. Y es cierto, sólo los hechos del 13 de septiembre ya son de por sí merecedores de una placa a la infamia, tanto los bombardeos de la ciudad por parte de unos aviones nacionales por la mañana, cuanto la horrorosa hecatombe del atardecer en el Castillo perpetrada por los rojos, donde dejaron la vida más de un centenar de ibicencos. Estaban ahí encerrados, indefensos y sin juicio ninguno fueron masacrados vilmente.
La ciudad de Ibiza dejó aquel día, y eso ya lo he escrito otras veces, un número de muertos similar al de los bombardeos de Guernica, aunque la propaganda magnificara el cruel bombardeo de la ciudad vasca.
Pero Ibiza no tenía padrinos en la posguerra. Cayó en el olvido más atroz y los ibicencos que se quedaron pasaron todas las penurias imaginables... hasta bien avanzados los años 50. Incluyendo todas las represalias posibles tomadas por los nacionales vencedores.
La guerra civil en las islas todavía guarda secretos. Leyendo estas densas 481 páginas uno va recorriendo el escenario por tierra, mar y aire con puntuales notas de clarificación o corrección que nos van ayudando a fijar los hechos principales de la contienda.
Este trabajo valiente y útil para quien quiera hacer un ejercicio de memoria al margen de las maniobras sectarias de los partidos políticos ha sido prologado por el doctor en Historia Bartolomé Escandell, que tanto sabe también de Ibiza, y fue publicado en las páginas del Diario de Ibiza por entregas semanales. Leerlo en conjunto lo hace más apreciable. No dejen de leer este libro, me agradecerán la recomendación.