miércoles, enero 29, 2014

Ibiza lanza un desesperado grito desnudo

La última semana me ha llenado de alegría, porque ha demostrado la capacidad de captación y el magnetismo de la isla también en las redes sociales. El fenómeno Ibiza, aun recurriendo al efectista recurso del desnudo, sigue gozando de buena salud. El desnudo no integral (nude en inglés, frente al naked) siempre funciona, lo cual ha irritado a algunos que pretenden desvincular el nombre de Ibiza a este sentido sensual, epicúreo de la vida. Pero es inútil resistirse, el truco lo utilizan equipos de fútbol femeninos, madres de niños de primaria, bomberos y otros colectivos. Siempre sorprende. En el caso de Ibiza, la campaña contra las prospecciones petrolíferas ha sido un éxito, con 17.000 alegaciones ya firmadas y se espera llegar a las 25.000, lo cual son cifras altísimas en una isla de 150.000 habitantes.
Da igual que muchas sean de gente de fuera, de todo el planeta, de los estudiantes ibicencos en Madrid, Lugo, Córdoba, Valencia o Barcelona. Han dado su nombre para que el gobierno de España retire las licencias de exploración y explotación a Cairn Energy o a cualquier otro concesionario. ¿Petróleo? No en mi nombre. Recuerdo que desde 1972 o antes, el tema ha salido varias veces en las páginas del Diario. Por lo tanto, hace al menos cuatro décadas que están hurgando en el lecho marino pitiuso en pleno mar de Ibiza. No debe extrañarnos: si trazáramos una circunferencia dejando el Archipiélago en el centro, veríamos que existen pozos y trabajos alrededor, desde Italia, hasta Tarragona y abajo en Marruecos y Argelia en varios puntos. Por ello, deduzco que el gobierno habrá pensado que, de todas formas, en caso de accidente grave, las Pitiusas recibirían el impacto ecológico negativo igualmente.
Y querrán aprovechar los ingresos por turismo y por petróleo, aunque son incompatibles. No quiera Dios que la avaricia rompa y derrame los sacos de petróleo sobre las islas. Es decir, estamos rodeados de barbarie, de obras, de explotaciones, a lo que hay que sumar un tránsito vertiginoso de petroleros y cargueros en pésimas condiciones de seguridad. El Mediterráneo es el mar más surcado del planeta y el más peligroso. Y en la parte occidental en el centro, está la islita de Ibiza, lanzando un mensaje de socorro dentro de una botella que el gobierno ni siquiera abrirá.
Solo sabiendo esto se explica la parsimonia y el desinterés de Menorca, Mallorca y Valencia a la hora de recoger alegaciones para presentarlas al ministro de Industria. Ibiza ha explotado con toda su insolente juventud desinhibida, con una sensibilidad ecologista muy afilada, porque ve cada día los destrozos causados sobre la isla, incluso en aguas costeras. Hay una nueva generación de ibicencos, una gran aportación de apellidos extranjeros y peninsulares que usan Internet con eficacia. Están indignados, frustrados porque ven un desfile estacional de música, belleza y ostentación que ellos apenas pueden catar, porque de hecho están excluidos al sufrir tasas de paro, abandono escolar y crisis como en ningún lugar de España. Me ha gustado mucho esta rebelión desnuda. Ignoro el resultado, pero el evento ha sido muy estimulante. Y sigue.

sábado, enero 25, 2014

Creen que vivimos como dioses

Pero no es verdad. En Ibiza, en Baleares vivimos bastante peor que en muchos sitios de España y de Europa, donde tienen accesos, facilidades y una competencia de mercado que hace la calidad de vida mucho más consolidada. Hemos aumentado demencialmente el número de políticos y cargos adjuntos, pero lo único que hemos conseguido es quebrar la Comunidad, sufrir unos precios mucho más altos y pagar los impuestos más elevados de toda la Unión Europea, con el agravante de que nuestros sueldos o ganancias son mucho más bajos.
No, no vivimos como dioses. No se vive muy bien en Ibiza. Y menos en Formentera. En estos días de ventolera y lluvias frías uno añora la posibilidad del peninsular que, con todas las precauciones que vengan al caso, entra en el coche, cierra la puerta y se pone a conducir de Portugal hasta Valencia sin parar en unas autovías impresionantes. O de Galicia hasta Palencia. O en cualquier punto de la Península.
Si tienes la desdichada idea de montar una empresa en la que tengas que manipular mucha carga (importar materiales y después distribuir para vender fuera de la isla) descubrirás –demasiado tarde– que es imposible competir con el mismo tipo de empresa plantada en Valencia o Alicante.
En Ibiza somos pocos y muy mal avenidos. Queremos las carreteras y las autovías perfectas, las playas limpias de algas en abril –cuando sabemos que en mayo volverán los temporales– los restaurantes impecables. Pero a la hora de organizarse de puertas adentro no hemos sabido vencer nuestras propias contradicciones. Así quienes viven del perfecto estado de las carreteras, matriculan sus coches en ayuntamientos de la península para ahorrarse un dinero, en vez de arrimar el hombro para conseguir unos políticas y unos políticos más sobrios. La historia de los coches de alquiler es para hacer una película o usarla de base para hacer conferencias sobre fiscalidad y política regional. El hecho es que unas cantidades nada despreciables de ingresos se pierden porque los rent a car frenan su retorno a la isla y siguen pagando sus impuestos fuera. Los empresarios de la Aevab no matricularán sus coches en las Baleares hasta que el Govern balear obligue a hacer lo mismo a las multinacionales.
El nefasto Pacte de Progrés o como se llamara dejó la Comunidad descostillada y en pie de guerra en todos los frentes. Ahora, solucionar todos estos temas, uno tras otro, es dificilísimo. Y sin embargo en Bruselas piensan que los baleáricos vivimos demasiado bien, lo cual no juega en nuestro favor. Lo explica Esteban Mas, nuestro delegado del Govern ante la UE, donde ha de exponer que el Archipiélago sufre una doble y triple insularidad y numerosos agravios comparativos. ¿Cómo explicar que en verano ostentamos récords de aviones y pasajeros pero que en invierno quedamos aislados como si viviéramos en Marte?

miércoles, enero 22, 2014

El oasis de Nostradamus

Ay, la euforia, el origen de tantos males y de tan pésimas decisiones. Ya estoy respirando excesiva euforia en Baleares. Tampoco demonicemos la alegría ni las actitudes positivas, aunque los datos objetivos no nos muevan al optimismo.
Aquella falsa cuarteta de Nostradamus (bueno, son ciertas las enigmáticas predicciones o visiones, lo falso o lo erróneo son las interpretaciones) que eligió Ibiza como un refugio seguro ante la próxima llegada del Apocalipsis podría referirse a esto: no al fin del mundo propiamente dicho, sino a que a lo mejor en Ibiza y Formentera podrás encontrar un trabajillo durante cuatro meses que te librará del suicidio.
Ni es cierta la predicción de Nostradamus, ni se refiere a Ibiza ni nada de todo esto tiene el menor sentido, pero ¿a que es útil para explicar lo que nos pasa en este articulillo fenicio en estos momentos, cuando la mar pitiusa baja varios metros de nivel (ses minves de gener)?
Cuando se habla del fin del mundo hay que recordar que llega para muchos a diario. Ultima Multis, decía aquella magnífica frase en latín inscrita en la torre del campanario de la catedral de Ibiza, bajo el reloj de sol. La que te señala la flecha es la última hora de muchos, o el último minuto o el último segundo. Así que todos tendremos un fin del mundo cuando abandonemos este planeta. Ultima Multis, ¡qué bien hablaban estos romanos que vinieron a Ibiza seguramente antes que a Barcelona!
Yo no creo que España se recupere, de momento, pero sí que a fuerza de inyectar dinero al déficit y deuda acumulados hemos conseguido ir deteniendo la velocidad de la caída. Dicho esto, bienvenidos sean estos oasis que alegran nuestra economía: el turismo y en especial en algunas zonas como Baleares.
Entre que todo el Mediterráneo está patas arriba y que nuestro turismo no es excesivamente exigente y que los empresarios isleños saben hacer bien estas cosas, el archipiélago se ha convertido en una especie de California, con el mismo efecto llamada que tuvo durante la fiebre del oro. Así, ha aumentado alarmantemente el número de habitantes de Ibiza, lo cual crea una situación muy preocupante, pero ya hablaremos otro día de este tema.
Dicen que la recuperación se hará palpable en el comercio, la construcción y por supuesto en el turismo. Claro que habrá movimiento desde mayo a octubre, como casi cada año. Quisiera equivocarme, pero yo no lanzaría ni un solo cohete hasta el año 2017 o más adelante. Pero además Ibiza ha de luchar contra sus propias contradicciones y carencias.
@MarianoPlanells

sábado, enero 18, 2014

Rotular en catalán ya no es obligatorio

Las agencias divulgan la noticia y sale publicada en la mayor parte de diarios digitales: el comercio balear solo estará obligado a rotular en una de las dos lenguas oficiales de las islas, catalán o castellano, y dependerá de la voluntad del empresario si incluye a ambas o alguna otra extranjera, según comunicó el conseller de Economía, Joaquín García, a los representantes del sector. Dicho de otra manera, la norma actualmente vigente, del año 2001, quedará eliminada en el nuevo articulado de la Ley de Comercio. Rotular en catalán ya no será obligatorio.
Por supuesto se eliminan las descaradas multas lingüísticas más propias de un país totalitario, como de hecho ocurre en Cataluña. Lo diré claramente: estamos ante otro gran acierto de Bauzá, que está destejiendo la pegajosa telaraña catalanista para controlar hasta el mínimo detalle la vida social y personal de los baleáricos. Los nacionalsocialistas isleños siguen casi al pie de la letra el proceso de catalanización y privación de libertades de Cataluña.
Si en Baleares no han podido ir más lejos es porque la ciudadanía, al ver el caos y la ruina generalizada creada por estos mediocres aprendices de brujo, les ha sacado del poder con una sonora patada en el trasero. Todavía pagaremos durante lustros con nuestros impuestos –cada vez más insoportables– las locuras y los desbarres generados por estos ecologistas, catalanistas y socialistas mesiánicos. Lo que hace Bauzá no es gran cosa, pero medidas como ésta, el TIL y la nueva ley de funcionariado –que permite contratar a funcionarios que hablen solo español– suponen un gran alivio y un retorno a la lógica y al sentido común. 
En otros apartados no tengo una opinión tan favorable, pero en este momento y en este asunto sí. Muy bien por el gobierno de Bauzá, que ha sabido salir indemne y con elegancia de una de las trampas catalanistas más burdas. 
En la ley de Comercio que aprobaron los socialistas (o lo que fueran) en 2001, se puso una vez más de manifiesto la capacidad de enredar nacionalista y el papanatismo del PP. Parece que con Bauzá, este partido ha tomado nota sobre la omnipresente mala fe que muestran los políticos progres a la hora de legislar para sacar ventaja en cualquier interpretación que en el futuro les pueda favorecer. Así, aquella ley decía que los comercios están obligados a poner sus rótulos y carteles informativos «al menos en catalán». Parece poca cosa, pero significa que hay que rotular siempre en catalán. No se podría usar un nombre en castellano solamente. Siempre el catalán. Obligatorio.
Es evidente que se lucieron los legisladores conservadores en este caso, como en tantos otros. Huelga decir que las multas oscilaban desde los 1.500 euros hasta los 60.000, si bien al ser desalojados del gobierno, los nacionalsocialistas no tuvieron tiempo de aplicar esta ley demencial y represora. Dentro de un mes esto habrá cambiado. Puede rotularse en el idioma que se quiera, siempre que se use uno oficial de España.

miércoles, enero 15, 2014

Optimismo a la fuerza

Los rescates de algunas cajas siguen tragando miles de millones que pagaremos los españoles, o sea que jamás devolverán; el paro sigue anclado en los seis millones, sin contar el millón más que vivimos en el limbo, sin contar para nada ni a efectos estadísticos. Las instituciones del Estado siguen acaparando todo el crédito del que privan a la iniciativa privada, que podría crear puestos de trabajo.
Todo está bloqueado, hundido, destartalado. Irrecuperable. No se vende un coche ni un edificio si no es con una subvención o bajo la fórmula de algún chanchullo poco confesable. Y sin embargo sonríen y nos dicen –nos lo dirán muchas veces a partir de ahora– que las cosas van bien, por el simple hecho de que no van peor. Sabemos que el PSOE desmanteló el Estado hasta límites muy serios, peligrosos, hasta el punto en que la mayoría de españoles dieron sus votos a un partido tan gris como al PP. Pero ahora ya sabemos que el Partido Popular no ha venido a solucionar la vida de la gente sino a gestionar su propia supervivencia en una estructuras de Estado insostenibles por hipertrofiadas y corruptas, y también la supervivencia de la banca. Todo ello formando el Uno, la misma esencia. El mismo mascarón de proa de un país a la deriva.
Sin embargo, es cierto que en Baleares se han reducido gastos y de qué manera. Pero no es suficiente, tal fue el agujero cósmico que dejaron los nacional-socialistas. Basta ver de qué manera sigue gastando y en qué cosas en Cataluña o Andalucía, para comprender que la mecánica diabólica generada por el socialismo y el nacionalismo ya es imparable si no es tomando medidas legales extremas.
En Baleares, Bauzá lucha contra los molinos de viento porque nadie quiere perder su silla ni su paguica. Pero la ubre del Estado no da para todos ni para todo esto. La izquierda no quiere entenderlo, por esto crea países como Cuba o como Corea. En nuestras islas sí que existe un sentimiento de optimismo, pero muy matizado, porque hemos aprendido la lección.
La temporada comenzará tres semanas antes, cierto. Los europeas gastan un poco más, sí. Pero sabemos que un simple volcán islandés, una huelga salvaje o cualquier contingencia pueden alterar todas las previsiones. Y como lo sabemos, aquí nadie dice nada hasta que no vean los hoteles llenos a rebosar, mientras se sigue invirtiendo discretamente en el Caribe y en otras partes del planeta para no depender de una temporada 'europea' que es difícil de hacer evolucionar. Como mucho, ampliar unas semanas al principio y al final.
Nadie insiste en la desestacionalización, en el turismo de invierno, porque ya sabemos que Europa nos manda entre 10 y 14 millones de turistas (digo en Baleares) pero siguiendo el ritmo estacional de los flamencos y de las cigüeñas, pero no más. Optimistas a la fuerza, por experiencia, pero tampoco sabemos qué hacer para mejorar ni siquiera si es conveniente poner más turistas sobre Baleares.

sábado, enero 11, 2014

Ahora, a por s´ Argentera

Minas de s'Argentera, en San Carlos, Ibiza (Foto Diario de Ibiza)
Una vez reventadas las costas, rellenadas de hormigón y de mazacotes, hemos de ir buscando zonas interiores para urbanizarlas o privarlas de su arena, piedra o losas. La idea es que de Ibiza no quede ni rastro. Piedra a piedra, hasta el arrasamiento final. 
Imagino que el ayuntamiento de Santa Eulalia no otorgará las licencias imprescindibles ante esta monumental barbaridad.
Casi siempre los mismos, por lo mismo y de la misma manera. Si no dieran tanto miedo, aburrirían. Paradójicamente se han hecho multimillonarios vendiendo las bellezas de la isla que ellos mismos van borrando del mapa. 
Tal resquebrajamiento de la roca interior de s´Argentera conseguiría efectos demoledores para toda Ibiza, como ocurrió con las autovías en sitios concretos como San Jorge.
Por ejemplo, sobre los restos arqueológicos acumulados desde tiempos cartagineses y romanos, aunque presumiblemente manipulados hasta principios del siglo pasado, cuando se cerraron las minas. Por ejemplo, en el impacto ambiental, con rotura de rocas, bosques y vetas de agua profunda. Lo mismo que ocurrió con la autovía. Siempre se inundarán cuando llueva. Esta zona es altamente sensible a cualquier cambio en la cuenca hidrográfica. El estropicio en las aguas puede llegar a ser definitivo, para siempre.
Además, huelga decirlo, el infernal ruido, barro y vibraciones, no necesariamente por la dinamita. Saturación de vías de acceso, desconchamiento de asfalto, trasiego y polvo a los vecinos, etc. Esto nos lleva al tercer impacto, el visual. Una de las pocas zonas de la isla que recoge el alma de los años sesenta, la paz rural de la Ibiza arcaica que tanto vendemos en las ferias turísticas y que ahora acumula una imponente densidad de vehículos y de autobuses, quedaría reducida a la nada.
Claro que a algunos empresarios les da igual. Ellos viven de la noche, donde todos van ciegos y no saben donde están ni a dónde van. Un tipo de turismo humillante, estruendoso y poco rentable que ha hundido la imagen de Ibiza entre la gente normal.
La historia de estas minas es impresionante. De ellas se ha extraído mucho plomo argentífero, que servía para numerosas aplicaciones, entre ellas la fabricación de balas en forma de almendra. Los romanos extrajeron sulfuro de mercurio y otros minerales que aparecen en pequeña proporción, como el manganeso o el zinc.
A principios del siglo XX ocurrió un fenómeno inesperado que es el que me induce a pensar que no se debe perforar: se inundaron. Era tanta el agua que jamás se consiguió desecarla. Se ha conseguido en nuestros tiempos turísticos, al agotar los acuíferos. El agua de las minas, comunicada con la red general, ha desaparecido, lo cual demuestra lo peligroso que sería reventar estas vetas subterráneas de las aguas de San Carlos, Santa Gertrudis y Santa Eulalia.
Vale la pena avisarlo, aunque ya sé que a mucha gente todo esto le da igual. A mí no. Cincuenta años después la destrucción de Ibiza sigue entristeciendo y desconcertando.

miércoles, enero 08, 2014

También el año de la sensatez

Un ruido espantoso durante todo el verano en los alrededores de los núcleos urbanos, y en el centro de las mismos pueblos (caso de San Antonio) ha marcado el año 13 para siempre. Es inaudito como se ha llegado a permitir el estruendo intolerable e ilegal (si supera los 55 decibelios o 70 en algunos casos). No han sido solo las discotecas de los mantecosos millonarios, también hay ruidos en playas y bares.No es esto lo que pide el turismo. En cualquier caso es intolerable que toda la playa d´en Bossa sea contaminada por unas cataratas sónicas que llegaban a silenciar a los mismos chárters que pasan por encima en esta huella sonora que tiene a todos los habitantes amargados y al borde la locura. 
Parece que en el otro lado, por Talamanca, también intentaron implantar una bomba de sonido que encima se constituye en una ratonera para los habitantes, porque no hay espacio para circular ni para aparcar. 
Y la serpiente pitón albina tragacabras. Todo un símbolo de la nueva Ibiza. Es el nuevo turismo, es la nueva Ibiza. También hemos cobijado grandes bandadas de flamencos y aves en nuestras zonas húmedas protegidas
¿Y no hay otras cosas positivas? Yo remarcaría el regreso a la sensatez pilotado por los mismos que la pifiaron desde 1982 en adelante, el Partido Popular. La ley de Normalización Lingüística y la Ley de Mínimos se han demostrado un fracaso sin paliativos que condujeron a las Baleares a una sociedad acosada por las exigencias cada vez mas absurdas del catalanismo.
Baleares es España y en España ha de poder estudiarse el español y en español. Discutir esto me parece de locos. Si además se estudia el inglés y la lengua vernácula en cada caso me parece muy bien. Pero el español y en español no se toca. No hay nada que negociar sobre esto. 
El daño causado a las islas en estos últimos 30 años es difícil de cuantificar, pero da una idea la cuantiosa fuga de excelentes profesionales y la disuasión de otros que hubieran podido enriquecer nuestras escuelas, hospitales y administración en general. Ahora no es momento de lamentarse por la leche derramada ni por la torpeza del PP. Es momento de valorar positivamente la recuperación de la sensatez, avalada por el Tribunal Constitucional, cuando ha ratificado la ley que permite usar el castellano en la toponimia (si se quiere) y que el catalán no sea lengua obligada para los funcionarios de Baleares. Es muy lógico. El catalán puede ser un mérito, aunque no acabo de ver qué mérito tiene que un gallego sepa el gallego o que un barcelonés sepa el catalán, pero bueno, pase. Pase como mérito. Pero nunca como requisito ineludible. En España basta y sobra con saber el español. Y por esto que hay que estudiarlo y aprenderlo bien en nuestras escuelas, aunque puedo comprender que muchos profesores ya no estén preparados para impartirlo. 
El año 13 ha supuesto un regreso sosegado a la sensatez, aunque los catalanistas iniciaron una campaña jeremíaca que pareciera que se hubiera pegado fuego a toda la isla y que el fin del mundo estaba llegando. No ha llegado nada. Paz, estudio, sensatez, aunque la oposición ya ha anunciado que volverá a la guerra y al conflicto. 
Ahí ha estado bien Bauzá.

sábado, enero 04, 2014

Las mafias nos aman


Cuando hablé del músico Xavier Cugat en Ibiza dejé caer de pasada que Ibiza se iba convirtiendo en terreno abonado para diferentes mafias emergentes o mejor dicho, mafias procedentes de países emergentes. Tenemos mucho que aprender sobre los métodos de la mafia o mafias chinas en España. Lo mismo podemos decir de grupos criminales rusos, ucranianos, bosnios, rumanos. Poco se sabe de los indios y los pakistaníes, de los japoneses y de algunos grupos sud o centroamericanos. (Lo que se sabe de los japoneses no es muy tranquilizador, pero en España intuyo que constituyen una minoría).
Lo cierto es que en toda España las mafias han encontrado una marco encantador, casi perfecto para sus actividades de blanqueo de dinero procedente de actividades criminales. Pocos sitios tan perforados o tan penetrados por las mafias como Málaga. En España quizás sólo exista un sitio mejor que Málaga: Baleares. Y por su mayor volumen, Mallorca. Mallorca es un encanto para las mafias, parece su paraíso. Somos adorables y bizcochables. En Baleares tenemos un amplio surtido donde comprar cualquier servicio o servicial cómplice o colaborador. Basta un somero análisis de contenido de nuestras hemerotecas para observar a grandes rasgos donde falla el sistema. O donde colabora necesariamente con los delincuentes o donde les facilita el trabajo. Etcétera.
En Ibiza ocurre otro tanto, por mucho que se quiera disfrazar nuestra atmósfera de marcha o de fiesta con alegre despreocupación. No tengo el tema estudiado e ignoro hasta que punto trabaja el día a día la policía de las Pitiusas. De todas formas, los métodos de finales del siglo XX han sido muy potenciados por las nuevas tecnologías y la entrada en la UE. Quiero decir que no necesariamente las operaciones anti-mafia se inician en Ibiza, sino que a menudo se concluyen o son un eslabón más en un largo proceso de pesquisas internacionales. La Europol no es un florero para decorar, tiene una información potente y en el momento adecuado se pasa a las terminales, en esta caso a Ibiza o Mallorca.
Así que hemos pasado de mafias emergentes a mafias emergidas. En las dos últimas grandes operaciones en Mallorca se ha detenido a una banda alemana y a otra rusa. Casi es de manual. En principio, en ambas interviene Europol, ministerio del Interior, Guardia Civil, Policía Nacional, Juzgado de Mallorca y algunos más. Es casi un ejército, como no puede ser menos. Que se obtengan resultados ya se verá, pues la espectacularidad no es sinónimo de eficacia final, es decir, retirar de la calle a decenas de criminales, torturadores, proxenetas, ladrones y delincuentes en varios grados. Y hablo no solo de la operación Casablanca contra una treintena de Ángeles del Infierno alemanes o de la operación Taganskaya contra el mafioso Romanov ruso. Hablo en general. El tema es de una gran complejidad. En este momento quería reflexionar sobre algo preocupante: ¿Por qué les gusta tanta Ibiza y Baleares a las mafias más violentas?

jueves, enero 02, 2014

Los flamencos del año 13

Flamencos en los estanques de las Salinas de Ibiza, fotografiados por Juan J. Bazán
No todo el mundo puede presumir de tener un año 13 en su vida, aunque entre las viejas formenterenses e ibicencas no son pocas las que coleccionan dos treces en su vida. Enhorabuena, son longevas, centenarias. Da un poco de vértigo pensar en estas edades casi minerales más allá de la felicidad efímera, tras sortear las suertes más dispares. Estas viejas fenicias son un pozo de ciencia viviente. Desaparecerán, como todo, difuminadas en la niebla de la historia, como se nos ha volatilizado el año 13, tan señalado, tan enervante, tan... largo. 
Bueno, tampoco hay que temer la mecánica implacable de las esferas. Todo transcurre, todo fluye y las cosas solo permanecen en la memoria transmitida, por esto se dice que una persona no muere mientras sea recordada. No sé.
Hace unas semanas conversaba desde la distancia –gracias a Internet, Facebook y otras magias– con el amigo Pep Guasch Cañas, ahora coronel retirado, muy amante de todo lo ibicenco y con la generosidad necesaria para compartirlo en estos foros donde se discuten las cosas emocionantes de Ibiza y de su pasado. Juntos recordamos la fecha 1956: el año de los fríos en Ibiza. Dice que el día de la Candelaria, 2 de febrero, fue el más frío que se recuerda en la historia de Ibiza. ¿Es posible que un nene fenicio de 4 añitos recuerde aquella semana de fríos terribles? Me parece que sí, y el día de la gran nevada. Aquel año hasta se congelaron los toneles de vino, mató muchos árboles y aves de corral. Aunque él –precisa– no estuvo en Ibiza en aquella fecha, sino en un destino peninsular, igualmente gélido.
Ha terminado el año 13, el primer año trece de nuestra vida. Uf. Ha sido año de bienes, de récords turísticos impresionantes, pero en un contexto muy desgraciado de crisis en su peor forma posible, la recesión, que ha dejado a muchos españoles descolgados del tren. Costará mucho rehacerse.
Contra el pesimismo de la situación podemos aspirar a poner unas gotitas de optimismo, porque la experiencia nos dice que de todo se sale. Así que no vamos a rendir cuentas del año 13 sin recordar que ha sido el escenario del bicho más famoso: la pitón blanca de más de dos metros. A ver este Plinio, este Diodoro Sículo que propagaron el bulo de que en Ibiza no medraban las serpientes. Podrían haberse callado. En Ibiza ya no hay otra cosa: serpientes y gatos. Pobres lagartijas.
Pero podríamos mencionar otro protagonista del año 13: los flamencos y las aves, zancudas o no, de los estanques de las Salinas. Por diferentes fuentes, dos amigos me comunican que ha sido un año impresionante, de gran cogida en las aguas estancadas, lo cual parece sugerir que los flamencos sienten una especial predilección por los ruidosos chárters que bombardean el aeropuerto durante las 24 horas. O que los flamencos se adaptan más que los humanos a los vecinos agriados y a los paisajes inhóspitos. Hecha la broma, precisemos que los flamencos suelen llegar en otoño-invierno y pardiez que lo han hecho en abundancia. El año 13 ha sido extraordinario, pero no lo echaremos en falta. Vamos a por 2014.