Leo que los hoteleros exigen soluciones a los problemas históricos de Ibiza, lo cual dicho en abstracto no significa gran cosa. Sinceramente yo pensaba que se referían a la carencia o desgaste intolerable de las infraestructuras (estación marítima, aeropuerto, taxis, sanidad, aparcamientos, etc.) pero veo que se refieren de manera muy concreta a la inseguridad ciudadana, lo cual me lleva a pensar que uno de los problemas históricos de Ibiza son algunos hoteleros.
Me refiero a un tipo de hotelero que abre los cuatro meses punta y atiborra hoteles obsoletos que ya debieran de haber sido clausurados o puestos fuera de la circulación. Ya casi todo en Ibiza ha conseguido el escalón más bajo.
¿Es insegura Ibiza? Bueno, parece que tiene una animadísima vida subterránea donde es muy recomendable pagar las facturas si no quieres verte envuelto en un tiroteo en plena calle o ser disparado en la terraza de un restaurante de San José, o recibir una paliza programada con mando a distancia.
Pero los hoteleros no se refieren a esto. Y en este sentido les doy la razón. Todo el mundo ha firmado un pacto de silencio para seguir contando el cuento de la paz y la tolerancia de Ibiza, pero las raterías y los pequeños delitos de Ibiza (de Formentera lo ignoro todo, pero imagino que no siguen el carril con la imaginativa picaresca italiana) han aumentado de forma prodigiosa. Las estadísticas que nos sirven las autoridades del ramo son inservibles, también ésas.
La lógica de las cosas nos explica sin ambages la situación; en un sitio donde se consume y se abusa tanto de tantas drogas distintas es casi obligado que todo un submundo se adhiera y saque sus beneficios al margen de toda regla. De manera que tienen razón los hoteleros, pero no recibirán ninguna ayuda, ni habrá refuerzos ni se solucionará nada.
Incluso el aparatoso Moratinos ya estaba animado a enviar a la guardia civil… a Gaza. Esta gente del gobierno no entiende otra cosa que no sea la propaganda o directamente el chantaje (por ejemplo, de los partidos nacionalistas).
Ya se sabe con seguridad que han bajado las reservas hoteleras de una forma sustancial. A menos masa acumulada en julio y agosto, menos delitos contra la seguridad y la integridad, pero no se debe descuidar otro factor; al haber menos gente y menos dinero la situación se agudiza.
Lo que no entiendo es que pintan los puertos deportivos. Los hoteleros están quemando mucha pólvora en una guerra que no es la suya. El problema de Ibiza es un exceso de barcos de verano, de delincuencia de verano que se arremolina donde ve movimiento. De ser hotelero, yo pediría sólo lo posible, y a esperar que caiga algo.