"Si tuviaráis trenes que os enlazaran con la Península Ibérica yo podría venir a Ibiza tres o cuatro veces al año..." Un segundo residente que se fue de Ibiza.
Si Ibiza tuviera las facilidades de Alicante o de Gerona, en vez de sufrir el discontinuo territorial, podríamos enfocar nuestro turismo de una forma muy diferente y promocionar muchos tipos de turista.
Ahora ya gozamos de las mieles del turismo lúdico, narcótico, náutico, discotequero, playero, sexual, submarino, etc. Pero podríamos ampliar las opciones en turismo médico o sanitario, turismo paramilitar (paint-ball y otras variaciones), excursionista, deportivo, artístico, musical, etc.
Nuestro lema dejaría de ser el que recomendaba el ex-alcalde Madrid, Tierno Galván («¡El que no esté colocado que se coloque, y al loro!») para adoptar otros más estoicos: «El placer de machacarse el cuerpo en la isla del amor» en gimnasios, pistas deportivas y senderismo.
Otro, ´Ibiza es salud´ sería una frase que podría sustituir a la clásica: ´Warning: Cuidado con Ibiza, tomada en exceso puede dañar seriamente la salud´. Estas frases del subsuelo no desaparecerían pero recuperarían el matiz apreciativo de lo oculto y de lo prohibido.
Si se pudiera llegar con holgura, comodidad y facilidad, la isla podría recuperar los inviernos. Esto es todo y es mucho: en estos momentos toda España recibe turistas. El primer mes del 2010 sólo las Canarias ya recibieron 795.815 turistas –el 31,3% del total–, un 1,6% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior.
España recibió 2,54 millones de turistas extranjeros en enero, lo que representa un aumento del 1,1% interanual. Encuesta de Movimientos Turísticos en Frontera (Frontur).
¿Cuántos turistas hemos recibido en Ibiza, en Formentera y en Baleares en enero? Ahí está la clave, no en tener las discotecas abiertas 24 horas durante tres meses.
Que las abran el tiempo reglamentario durante ocho meses. Es casi igual, pero no es lo mismo.
Soñemos... Si Ibiza no estuviera separada por el mar, los temporales y los vientos, si tuviéramos trenes de alta velocidad y autovías que nos unieran a la Península..., podríamos programar una planta hotelera para la talasoterapia: mar, arena, algas, ejercicio, fisioterapia, SPA, aromas silvestres, recuperación psíquica y física, o sea turismo de salud integral.
Todo ello sin olvidar las potencialidades del turismo de bisturí o turismo sanitario (no me refiero sólo al ofrecido por la sanidad pública) ofertada por clínicas privadas.
Ibiza es salud, Ibiza la isla sanatorio de las aguas y de las tierras benéficas sería otra imagen muy distinta. Pero está separada por el mar, por los transportes.
Ahora Ibiza es un gran almacén de jovenzuelos y sólo en julio-agosto.
Podemos darle muchas vueltas durante cincuenta años más. Pero si no sabemos resolver el tema de los taxis ¿cómo resolver el de los aviones?