Estoy leyendo algunas frases que alarmarían a cualquiera que no estuviera sobre aviso. En Ibiza, quien más quien menos, ya estamos avisados.
La más chirriante la suelta un hotelero y viene a decir a la oferta complementaria que no se queje tanto porque a los clientes los traen los hoteles. Evidentemente esto no es cierto, sin ser del todo falso. Les digo lo mismo que a las discotecas: la gente viene por Ibiza, por un estilo y una atmósfera, no por dormir en un hotel de la isla.Y si no, hagan la prueba de dejar abierto el hotel durante el invierno a ver si vienen corriendo para dormir en su hotelito.
Todavía más: no tendrían que usar este estilo, es feo y no obedece a la realidad: los clientes los atrae Ibiza, los hoteleros los ordeñan y las discotecas los rematan, o a la inversa. Con el agravante de que el grueso de la promoción no la pagan los hoteles ni los hoteleros: se paga vía presupuestos, esto es mediante los impuestos recaudados a todos los habitantes según la legislación vigente en España.
Las tiendas, los taxistas, los restaurantes, los periodistas y los abogados, etc. también pagan para promocionar a los clientes que dejarán dinero a los hoteles. Otra frasecita: Si queréis competir con Egipto y con Turquía tendrías que someteros todos, también los restaurantes al ´todo incluido´. ¿Qué quieren decir? ¿Ibiza y Formentera han de competir con Turquía y Egipto?
Esto implica reconocer una verdad deslumbrante: los europeos no tienen dinero para pagarse unas vacaciones europeas. Los operadores turísticos tendrían que recordar que ya no somos exactamente un destino exótico que regalaba la langosta y la sangría. Han cambiado las leyes y el estatus de cientos de miles de ingleses y de alemanes, los cuales, ahora, pueden comprarse una casa y vivir con nosotros, votando incluso a sus munícipes.
Pues sí, eso es cierto: Ibiza ya no puede competir como destino exótico que regalaba sus vacaciones. Ibiza no puede competir con Turquía y Egipto, países extracomunitarios con otro nivel de vida y otra moneda. Ibiza tiene que rediseñarse y pensar si quiere dedicar sus impuestos a pagar las carísimas campañas de promoción a los hoteles del ´todo incluido´ sólo abiertos en verano o si quiere enfocar esta isla hacia otros caminos.
Ejemplos los hay a miles, el último es el de Israel, que ha pasado de ser un excelente productor de naranjas a un centro mundial de investigación, tecnología y ciencia.
¿Nos va bien con este ´todo incluido´ y discotecas toda la noche? ¿O queremos cambiar esto? Si la respuesta es la segunda, tengo que decir que llegamos muy tarde, pero más vale tarde que nunca.
Lo primero solucionar de una vez el timo de los transportes en régimen de duopolio, dando prioridad a un puente marítimo (con bandera china, maltesa o filipina, eso da igual) o dando lugar a otras compañías serias que compitan.
Dentro de la isla dar lugar a otro tipo de actividades que no consuman recursos naturales, como es el caso del actual turismo de masas, que ha arrasado la isla. Pero eso ya es otro tema y las Pitiusas siguen embarrancadas sin poder competir en igualdad de condiciones con la Península.