miércoles, febrero 10, 2010

La esperanza puesta en Alemania


Sobre Alemania y los alemanes, los mallorquines son los más entendidos. Y Antonio Horrach, de la Federación Hotelera de Mallorca, ha dicho claramente que es pronto para ver brotes verdes en el mercado turístico alemán.
Alemania resucitará, lo hará con potencia, será la primera de Europa en hacerlo y eso lo sabemos, pero no sabemos cuándo. De momento, estas decimitas apenas significan nada para activar el mercado y la contratación turística. No son significativas. No soñemos.
Dentro de unas semanas se celebrará la Feria ITB de Berlín y entonces será el momento de mirar con lupa el comportamiento germano con respecto a las Baleares.
De momento a nadie se le ha pasado por alto la sustancial pérdida de turistas germanos en la isla de Ibiza a lo largo de los últimos diez años. Más de la mitad menos, lo cual significa una sangría insoportable.
Las Pitiusas perdieron 215.353 turistas alemanes desde el año 2000 sólo por vía aérea, lo que supone un descenso del 48%, según las estadísticas de la Federación Empresarial Hotelera, que cita fuentes de Inestur y CAEB. Hace diez años llegaron a la isla 446.590 visitantes germanos, mientras que en 2009 lo hicieron sólo 231.237. A partir de 2003 la caída de turistas alemanes fue constante (Diario de Ibiza, 30 de enero, 2010).
No estamos ante una disminución coyuntural por efectos del estallido de la burbuja financiera, es decir no hablamos de causas exógenas. Algo de culpa tendremos en el interior de la isla y yo pienso sinceramente que tenemos mucha y hay que buscar la explicación en esta cadena de destrucción del paisaje y de la integridad natural de nuestras islitas.
Desde 1970 los ibicencos hemos tenido mucho tiempo para reflexionar sobre esto. Yo no he escrito de otra cosa apenas. Da igual. Es escribir por escribir, predicar en el vacío, todavía hay mucha gente que trata Ibiza como podría tratar un secarral de la Península con miles de hectáreas libres para urbanizar. Pues no, hemos chocado contra nosotros mismos, hemos dado la vuelta y ya no cabemos.
El hecho de que Juanjo Riera (Federación Empresarial Hotelera) responda pidiendo más promoción nos hace sospechar que no piensa lo mismo. Precisamente la debilidad de Ibiza entre los alemanes es que ya nos conocen demasiado bien. Y no les gusta lo que ven, lo que hemos hecho y lo que seguiremos haciendo.
Por eso dejan de venir, venden su casa y se largan (y muchos británicos también) a otro sitio. Los turistas prefieren otros destinos y los que sigan viniendo acabarán pidiendo el todo incluido.
¿Destinar más dinero a la promoción en Alemania? No tengo los datos, pero apostaría que cada año hemos ido dedicando más dinero en promoción y cada año han venido menos turistas alemanes.
¿Seguimos siendo una isla acogedora y natural como en los años 70 o somos una isla masificada por el cemento y bastante inhóspita?