Aunque me lo esperaba, no deja de asombrarme. Me refiero a la eficacia de los políticos cuando les va en ello su dinero o su poltrona, que viene a ser lo mismo.
Pueden tardar años en inaugurar una estación de autobuses, al parecer con problemas de envergadura, pero eso ya lo verán los técnicos porque no me extrañaría que la empresa catalana Sagalés tuviera que dar explicaciones y muy en serio.
Pueden tardar 15 años en abrir el Museo Arqueológico de Ibiza del Puig des Molins. O muchos más, si ya puestos da lo mismo y a lo mejor no se abre nunca más. Nadie se va a quejar.
¿Pero ustedes se han fijado que tras la fulminante despedida de varios corruptos –¿presuntamente?– consejeros del Govern balear al cabo de dos días ya han nombrado a los directores generales del área?
Qué eficacia, qué celeridad, qué... cuando les interesa.
Después se extrañan estos mismos políticos de la profunda aversión que levantan entre la ciudadanía.
El fenicio anota en su Cuaderno Púrpura: «Anótalo de pasada, pero no caigas en la demagogia. Pero anótalo».
El fenicio lo lee: Baleares incumple la ley de páginas web, o sea que un 75% de dichas páginas institucionales incumple la Ley de Acceso Electrónico de los Ciudadanos a los Servicios Públicos.
Según esta norma, los contenidos y los servicios de las comunidades autónomas con dos lenguas oficiales han de estar en ambos idiomas.
¿Y no cumplen esto tampoco? ¿Qué les costaría? No lo cumplen: las del Gobierno de Baleares, las del Consell o Consejo de Menorca y las de 51 ayuntamientos violan esta ley al tener gran parte de sus contenidos sólo en barcelonés o catalán. Incluso hay 10 ayuntamientos que no ofrecen ni la opción del castellano.
Pero, oh dioses de los cielos púnicos, hay al menos dos en las cuales aparece por defecto el castellano: Calviá (Delgado ¿recuerdan?) y Santa Eulalia, la nuestra.
Lo de siempre: después se quejan, se hacen las víctimas y lloriquean como un hotelero ibicenco cuando lee las estadísticas de ocupación turística.
Ana Pastor sabe mucho de Sanidad. No entiendo como no la invitáis los del PP (¿queda alguien ahí?) a dar una conferencia en Ibiza.
El fenicio la admira y anota su pensamiento: «Con el dinero desperdiciado en el Plan E de Zapatero se podría haber eliminado el déficit sanitario».
Pozí. Pero estamos en la gran ceremonia de la confusión.
El fenicio se rasca la calva, cavila, y se prepara para una excursión a la Ibiza profunda, pero no la encuentra porque ya está rellena de cemento.