Aquello que arrojas al mar, te suele ser devuelto con creces y a deshora. Todo lo que construyas en zona y dominio de las aguas, en algún momento te será arrebatado.
Con los temporales recientes (y los que seguirán hasta el próximo mes de junio) pensaba en esto, porque de todas formas no escarmentados. Por ejemplo: mientras se estaba escarbando para las autovías en San Jorge avisamos claramente que estas obras diabólicas romperían la línea y la natural filtración de aguas. Nadie atendió. Y miren el resultado. No está resuelto, porque la dichosa balsa no es una solución sino un paliativo que a su vez causará otros problemas. Al tiempo.
«No hay loco que tire al mar las piedras con la dos manos» dice una copla. Sí los hay: en Ibiza tiramos las piedras con las dos manos y a paletadas y además cegamos el decurso de los afluentes torrenteros y rompemos la línea de evacuación y filtración de aguas.
Somos unos desdichados campeones del disparate. No se me ocurre ninguna manera de empeorarlo. Mientras, las tierras hurtadas a su natural yacimiento amontonadas en espera de algo, y las aguas encharcadas en espera de nada.
Esto será así en año nuevo como lo fue en el viejo.
Afortunadamente, tenemos la peligrosísima ineficacia de nuestros políticos.
Los políticos baleáricos cada vez que se encuentran acosados y sin saber qué tecla mover lanzan el socorrido asunto del modelo turístico. O sea, cada par de años.
Cuidado, ya están contraatacando: quieren cambiar el modelo turístico. Ya no les basta con inventarse una normativa cada seis meses para acabar de hundir a los pequeños comercios, ahora ya van al bulto: ¿hay crisis? Pues... fuera el modelo turístico.
O se expresan mal o no tienen ni la menor idea de lo que dicen. Las dos cosas. Ya veo que en la consejería del ramo del Govern balear alardean del crecimiento de otras actividades distintas al turismo en Mallorca (Menorca e Ibiza tampoco en eso existen para el Govern).
Pero se callan que todo crecimiento del arte, la cultura y la información, (que englobarían estos dos fantasmales sectores cuaternario y quinario) dependen estrechamente del sector terciario, o sea del turismo. Y turismo sólo hay el que hay y no hay ningún otro. Añadir campos de golf no es suficiente para cambiar el modelo turístico.
Ya hace diez años que hablan del tema. Incluso Joana Barceló confundiéndose e intentando confundir a los demás, va a la reunión de presidentes con ZP muy ufana, porque las Baleares necesitan una economía sostenible y un nuevo modelo turístico. Lo dicho: cuánto humo tóxico