La nueva Ley de Alquiler presenta enormes beneficios y deja algunas sombras. Como esta ´recomendación´ de pasar por el registro civil para garantizarse unos derechos, que podrían ser y estar defendidos exactamente igual sin necesidad de pasar por caja del señor registrador. Ay, la mano de Rajoy, qué pena. Este país cada vez tiene más trazos de un país mafioso y la culpa casi de todo es de la casta parasitaria de los políticos.
Son muy hábiles en pasar la gestión de los alquileres turísticos a las comunidades locales. Como ya saben los catalanes de bien, en Cataluña lo tienen todo controlado a fin de ordeñarte los posibles. No es extraño que hasta algunos hijos de Pujol se empadronen en Madrid, para pagar menos impuestos. Pero ojo, que en Baleares podemos acabar igual, gracias al inabarcable derroche de los años ultra-demenciales del Pacte y los ´Antich boys´.
Leo y copio la información de la OCU sobre los requisitos para alquilar un apartamento a unos turistas en Catalonia. No se lo pierdan, porque en Ibiza también vienen curvas, o lo que es lo mismo a ver en qué acabará la ´regularización´ de los alquileres turísticos. En Cataluña «se exige la comunicación previa al ayuntamiento por el propietario que pretende alquilar su piso, la inscripción de la vivienda en un registro, la contratación de una empresa de asistencia y mantenimiento, el sometimiento a la inspección pública, la puesta a disposición de hojas oficiales de reclamaciones, la tenencia de un registro de ocupantes que debe entregarse a la policía». ¿Quién se anima a alquilar su piso si nos ametrallan con tales obligaciones? Es evidente que aquí quiere chupar demasiada gente.
Pero también es verdad que son muchos los que esperaban esta ley, quizás no tan bárbara como la catalana, pero ley o reglamento al fin y al cabo. Presenta beneficios. Veo que Joan Tur Ripoll también se manifiesta a favor, regularizando el alquiler, pero sin volver locos a los propietarios.
Beneficios: transparencia en los contratos por internet evitando timos; una seguridad jurídica en caso de engaños, daños o cualquier contingencia; seguridad ciudadana, pondrá más difícil a los delincuentes cobijarse durante años en las islas, al menos en principio; sacará un dineral de la economía sumergida que vendrá a paliar los catastróficos efectos de las arcas vacías; más control al ser transacciones entre particulares, muchos pagos se hacen directamente en el extranjero; la imprescindible adscripción a las normativas que dicten los respectivo gobiernos autónomos. En suma, esta nueva Ley de Alquiler (ya vigente, pero sin efectos retroactivos) viene a significar una puesta al día en una situación muy desfasada en los alquileres turísticos. Aunque comprendo que a muchos pitiusos no les gustará. A mí no me gusta nada.