Hace muchos años (1982, Diccionario de Secretos de Ibiza) que me inventé una explicación esotérica sobre este peñasco más o menos triangular, como me la inventé sobre las potencialidades espirituales de Dalt Vila.
¿Y por qué me inventé estas prescindibles bobadas? Hombre, porque hablar del alcantarillado, de los hoteles de Matutes o de los políticos de turno (por cierto, ellos pasan, hay que ver qué desfile) me aburre infinitamente.
Bien, el problema no está en inventarse derivaciones mágicas sobre cosas, lugares o hechos: el problema es que hay quien se lo cree, y así más de uno ha escogido los parajes del Vedra-Vedranell para darse el punto final.
Pero es igual. Sin nuestras interpretaciones, el triángulo nos supera y nos trasciende. Desde el nivel del agua tiene
En cambio, si miras hacia el fondo del mar tardarás entre 60 ó
Vale, vale, chico, vale ya. Para el micro.
No sé si son todos los fondos de Ibiza o es que este biólogo sólo ha mirado en Es Vedrá. Yo creo que en toda la isla las praderas de posidonia están heridas y acosadas por las especies invasoras, y que las colonias de coral rojo están maltrechas.
Pero es cierto que Es Vedrá es un sitio donde hay mucha vida. Arriba, decenas de variedades de pájaros y de aves. Abajo, peces y corales, pólipos, todo tipo de vida.
El Vedrá, sin necesidad de magia, sólo con las corrientes que aportan alimento, es un nódulo vital, un generador de vida. Vida.