Mi artículo del Dominical acabó hablando de la `defunción´ de los museos, cuando mi título original hablaba de `disfunción´. Ya lo he corregido en mi blog, pero las erratas, o los malentendidos a veces transportan un material magmático de fondo que es muy interesante.
Porque yo no pienso que los museos de Ibiza estén muertos, sino que están como los jugadores del Real Madrid: lesionados o mal situados. Pienso que no salen rentables a la sociedad ibicenca, que aunque pasen mil años no cogen suficiente peso específico y que siendo centros que trabajan con materiales del pasado tendrían que ser un arma cargada de futuro.
Pero el futuro nunca llega para los museos. Tema delicado en Ibiza. Mentar un museo significa enfrentarse con unos cuantos prejuicios establecidos que han consolidado una esclerosis y una disfunción museística, no una defunción.
Pero es un tema con el que ya no pretendo luchar. Que el mejor museo (probablemente) monográfico del mundo lleve doce años cerrado porque no se han sabido ni siquiera hacer unas obras menores de remodelación, ya lo dice todo de la cultura en España, desde el ministro hasta el último bedel.
Que no vengan ya los hoteleros ni los políticos pidiendo que se arrime el hombro, pidiendo desestacionalización, alargar la temporada: no hay nada que hacer. Apaga y vámonos. Y no te fíes si se arrima alguien.
El descubrimiento arqueológico de los fundamentos de la ciudad púnica es uno de los más importantes del último siglo. Es el gran golpe de efecto de Ibiza necesitaba para recuperar el pulso en una ciudad patrimonial que lo ha perdido.
No me extrañaría que ya no se destituyen directores generales del gremio (lo cual, por lo demás, quizás tampoco solucionaría gran cosa) al menos nos destituyeran del honorable título de ciudad Patrimonio de la Humanidad.
Ibiza es una reliquia en su globalidad, o lo era. Un parque temático vivo. Los fenicios perviven. Toda la isla está repleta de tumbas, hipogeos, de restos de muerte. Nos faltaba encontrar la ciudad de los vivos. La tenemos. Un gran hallazgo que debería ser sede de un Museo Púnico, el gran museo púnico del Mediterráneo.
Dejar el Arqueológico en Dalt Vila, el Museo Púnico en el actual MAC y el Monográfico en Es Puig des Mulins donde está. Un sueño. Potencia promocional. Un vivero de cultura, IBZ, universidad abierta.
Pero es un sueño, no es otra cosa. Ya perdimos el Castillo para la universidad del Mediterráneo y ahora perderemos la Acrópolis púnica si alguien no coge el toro por los cuernos y le pone remedio inmediato.