Que nadie piense que el ´todo incluido´ (TI) es un fenómeno episódico que ha llegado para rellenar los huecos del mercado o para complementar la cartera de clientes. No, más bien actúa como el pino pitiuso: tiende a ocupar cualquier superficie practicable, por árida sea.
No hace mucho le preguntaban al insigne hotelero mallorquín Gabriel Escarrer sobre el futuro de esta opción de la oferta turística. Cualquiera pensaría que un hotelero establecido en gran parte del Planeta no es muy partidario del all inclusive. Y no lo es, pero no se anima a descartarlo.
Más o menos viene a decir que, puesto que una parte del mercado demanda esta modalidad, no podemos cerrarnos en banda, aunque se trata de un producto que no aprovecha todo el potencial de nuestro turismo.
Si pudiera integrarse dentro de la oferta complementaria global, el ´todo incluido´ sería muy loable, pero entonces ya no sería todo incluido.
Precisamente lo que lo hace atractivo es poder cerrar un presupuesto, y cuando se viaja con dos o tres niños o un anciano, por un decir, es la única forma de poder comprar un destino como Ibiza. Presupuestos claros y cerrados. Pero entonces se resentirá la oferta complementaria, es decir todo la isla.
El TI es una modalidad viciada de principio. Beneficia a la compañía aérea y al establecimiento de acogida. A nadie más. Todo lo que deja aquí este cliente serán problemas, gasto de recursos y ocupación. Muy bueno para la estadística pero nefasto para los negocios de la isla.
¿Alguien ha hablado bien jamás del ´todo incluido´? Sólo el hotelero que lo cobija, que se forra o a quien le importa unas bledas lo que les ocurra a los negocios de los alrededores. Así de claro.
Pues bien, vienen malas noticias para 2012: el ´Todo Incluido´ aumenta, no solo en Baleares, también en toda España. Es como si el cliente fuera alérgico a la libertad de improvisar, como si se hubiera contagiado de la inseguridad y quisiera vencer la ansiedad con un contrato blindado en los servicios y en el precio. De modo que este será el producto con mayor pujanza en 2012, según la encuesta Hosteltur Deloitte Turismo 2012. ¿A alguien puede extrañarle? Y aún así las reservas procedentes de Gran Bretaña son muy inferiores a las del año pasado. El cliente quiere cerrar el precio y poder anticipar los gastos futuros.
El turismo de cruceros también se afianza y muestra un potencial innegable, a pesar de los numerosos accidentes publicitados. También el turismo de los singles, los solteros, y esto es una buena noticia para Ibiza, que es un destino atractivo desde siempre para el turismo abierto en las relaciones personales, en especial el turismo gay.
Y quiero acabar con otro comentario que anticipa ventajas para las islas: el turista alemán está cada vez más reacio a visitar Grecia (problemas y tumultos) y Turquía (cortapisas y molestias cada vez más indisimuladas de los islamistas). Ojo, nos estamos fijando.