Cada par de meses publico algún artículo narrando la evolución de la delincuencia y las enfermedades que afectan a los adolescentes británicos, que son quienes se han apropiado de Ibiza durante el verano, de tal modo que nuestro Producto Interior Bruto es cada vez más bajo pero mucho más bruto.
Se supone que vienen a divertirse, a pasarlo bien y se supone que los de aquí debemos trabajar para que ellos consigan eso y nosotros pagar nuestras facturas durante todo el año. Pero no es fácil.
De todas formas es admirable como Ibiza consigue sortear tantos problemas, a costa, eso sí, de machacar al personal sanitario, conductores, policías (apenas llegan y ya piden el traslado). Nadie trabaja a gusto en Ibiza a partir del 30 de junio.
La culpa no es el aumento de la inseguridad, sino al aumento de población británica, sin olvidarnos de muchos delincuentes magrebíes, rumanos, y de otros sitios, especializados en descuidos y carteras.
Este fenómeno a veces es devastador y rompe todas las barreras de contención. Nunca olvidaré la despedida del cónsul británico, que dimitió entre lágrimas vivas y batientes. La emoción y la rabia le rompieron los nervios.
Mr. Birkett me dio tema para varios artículos. Me conmovió porque sé con toda seguridad que más de un camarero, camillero, taxista, policía ha sentido esta misma emoción al acabar el día.
Son jóvenes, son guapos y… son insoportables. No les aguanta ni su padre. Por eso nos los mandan a Ibiza. Y debemos cuidar bien de estos críos, drogados hasta las cejas, borrachos de varios días, llenos de esparadrapos y a menudo en estado aun peor.
De todas formas este es nuestro turismo. Fuera de eso sólo algunos flecos, despistados, gente que va por libre, soportando a los turistas ruidosos.
Es por eso que me llaman la atención las palabras de la ministra británica Meg Munn, que ha venido a Ibiza a inaugurar las dependencias del consulado, se ha paseado por el West End y ha visitado una discoteca.
No se ha atrevido a venir en agosto, quizás por eso “pide un ambiente más seguro” en Ibiza. Debiera saber y sabe que este año en Gran Bretaña llevan ya unos 30 apuñalamientos de jóvenes… causados por otros jóvenes.
El mismo día que visitaba Ibiza, su Gobierno aprobaba una partida de 107 millones de dólares para crear patrullas especializadas en el control de la delincuencia juvenil. Señora: estos mismos jóvenes vienen a Ibiza, y encima borrachos como cubas y cargados de anfetaminoides. Usted sabe que en general, donde hay juventud inglesa no existe el concepto seguridad.