Inventarse polémicas invernales es un buen sistema para pasar los días fríos y lluviosos, pero en general son muy limitadas y previsibles, cuando no abiertamente aburridas. En las últimas semanas hemos visto a la podemita portavoz de Podemos en el Parlament pidiendo una reducción de turistas no solo en verano. También en invierno. El tema se complicó cuando entró en un debate en Twitter: «No queremos más turistas en Baleares en invierno, porque los trabajadores, después de ocho meses de trabajo, están reventados». (Laura Camargo).
Pues que descansen y contraten a otros. Es lo primero que se le ocurre a cualquiera. ¿Estás cansado? Descansa. Asunto arreglado. Pero no es tan sencillo, porque esa podemita demuestra una ignorancia preocupante, casi a la par del odio a los hoteleros del oscuro Jarabo. El tema del turismo es esencial en nuestra economía, por esto hurgan en la herida cada vez que pueden. El problema es que gobiernan, manejan mucho dinero. Ya sabemos que poco a nada solucionarán, pero lo que se dice estropear, pueden estropear muchas cosas.
Por supuesto, pocas empresas turísticas existen en las Pitiusas que tengan abierto ocho meses. No hay turistas. Suponiendo que los hubiera, es probable que encontrasen camareras de piso entre las miles de mujeres paradas en las islas. Lo dije el primer día del tercer Pacto de Perdedores: que Dios en su infinita misericordia nos coja confesados.
Otro tema invernal ha sido el poco disimulado acoso a Vara de Rey. Nos guste o nos disguste, el nombre acompañó al paseo desde el primer día. Que haya alamedas o no las haya, depende de la época y del humor del alcalde de turno, es algo circunstancial. Se ha llamado Paseo de Vara de Rey desde el primer día en 1904 cuando lo inauguró el Rey Alfonso XIII (y su vara), por lo tanto es el nombre tradicional. No lo sé, pero quizás sea el único nombre así en todo el planeta. Y esto es sustancial.
Y en estas llega el IEE, que es una institución privada catalanista y catalanizadora siempre que se pueda y le hagan caso. Sugiere el nombre de S'Alamera, que es el tradicional, dicen. Pues no, es el espacio más tradicional y famoso de la isla, con una estatua del catalán Alentorn, asentada sobre piedras de Montjuic, que nos cobraron una a una. Se levantó por suscripción popular y costó 57.500 pesetas. No lo dicen, pero si se adoptara el nombre de S'Alamera, al cabo de unos meses los mismos del IEE «sugerirían» desmantelar la estatua. Probablemente.
El nombre más famoso y conocido, más tradicional y respetado es Paseo Vara de Rey, exactamente desde hace ciento trece años. El señor Ruiz lleva dos años de alcalde; el señor Vara de Rey lleva 113 nombrando el paseo central de Ibiza.