El islam es otra cultura, con un peculiar sentido de la justicia y de las relaciones humanas. Los hombres sentados, las mujeres también. |
“Es un caso aislado”
dice mi amigo, el imán ibicenco musulmán Salahuddin Costa. Bueno,
depende. ¿Cuándo la incidencia cuantitativa de un fenómeno nos
permite calificarlo de singularidad, rareza o de caso aislado? En
realidad sería más ajustado si hubiera dicho: “Esto también es
el Islam”, al que en Ibiza no solo conocemos por las fotos del
presidente Vicent Torres y el alcalde Ruiz en la celebración del
Ramadán.
Al menos en Ibiza, no es
solo esto, pero también es esto y me parece una situación altamente
preocupante, casi tanto como el vertiginoso aumento de musulmanes en
la isla.
Han sido los musulmanes
(radicales y traficantes en estos casos) los que nos han publicitado
la isla al menos en tres acontecimientos aciagos. De modo que su
conducta no obedece a un caso aislado. Por supuesto, voy a obviar las
rencillas, peleas, exigencias y otros roces de menor calado.
Y para evitar polémicas,
que no me apetecen, voy a enumerarlos y a documentarlos.
El primero. Los terribles
atentados masivos terroristas del 11M de 20014 descubrieron una
compleja trama de marroquíes y otros actores muy activos. A raíz de
estos tristes hechos, algunos magrebíes se relacionaron con asunto
tan sangriento y oscuro. Sobre todo Jamal Ahmidan, apodado 'El
Chino'. Por esta causa supimos que se dedicaban a la noble profesión
del tráfico de drogas. El Diario de la época y posteriores viene atiborrado.
En el anterior enlace CAT
hace esta afirmación, en 2012:
“«En
Sant Antoni hay un germen peligroso que no podemos dejar de tener en
cuenta y que los propios terroristas del 11-M ya vieron, porque, si
consideraron que aquí había elementos predispuestos a la captación,
es por algo», asegura un policía
“.
Repito, hay mucha
información. Como la hay para el el segundo 'caso aislado': el del
salvaje atentado contra una docena de transeúntes en San Antonio.
Salió en la prensa de todo el mundo. El día 24 de febrero 2011, a
pleno día, Mahamed E.B, un marroquí de 41 años, salió a la calle
dispuesto a cometer una masacre y lo consiguió. Con un cuchillo y una maza iba apuñalando a todo aquel que salía a su paso; mató a una persona, hubo otros siete heridos hospitalizados y cuatro afectados más. Un atentado islámico de
manual: matar infieles y después sacrificarse, para ir a su cielo,
donde le recibirán 70 huríes vírgenes y donde mana la leche y la
miel.
Y el tercero, la detención
de los dos supuestos yihadistas, imanes y profesores, profesión
delicada por razones obvias.
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El Salafismo se adueña de Europa: Aunque este video está lleno de errores y tópicos, sirve como ejemplo para ver su presencia y activismo violento.