sábado, julio 09, 2016

Contra el turismo nada, control inteligente sí


Estos grupúsculos de oposición permanente en Ibiza y en toda España han entrado de alguna manera en las tareas de gobierno de no pocos ayuntamientos. Pronto se han dado cuenta de que gobernar tiene unas reglas, unas normas insalvables que convierten cualquier proceso de cambio real en una vía crucis plagado de dificultades imprevistas. Da igual que se trate de desinstalar las vallas de nuestras saturadas carreteras; o de servir el agua corriente por la que paga el ciudadano o de inspeccionar y recomponer las tuberías y las canalizaciones de depuración: todo se convierte en una pesada losa.
Como si la gobernanza de un ayuntamiento estuviera fijada con clavos antiguos a prueba de toda innovación. Pero no es así. Hay que combatir el desánimo, no satanizar la labor de quienes se enfrentan a situaciones enquistadas y tratar de avanzar, aunque sea palmo a palmo, sabiendo que los milagros no existen y si existen no son obra de concejales ni de alcaldes.
Pancartas, vallas, agua potable, depuración, desalinización, aparcamientos, control de servicios y seguridad en los pueblos y en las costas. Es una tarea que parece inabarcable, pero no lo es. Hay que criticar la labor política, pero en momentos de mucha presión hemos de arrimar el hombro para llegar a buen fin. Y me refiero a este verano.
Todos con todos, no todos contra todos. Tregua.
En otoño reaparecerán los tópicos y si se han de repetir las elecciones por tercera vez, los ediles se tendrán que exprimir la sesera para encontrar alguna idea o frase que motive a los ciudadanos que ya están más que hartos de estar tan hartos. Y de pagar y de volver a pagar, con unos servicios que a menudo son insultantes.
En Mallorca, esta casta de subvencionados, ecologistas y nacionalistas expresan su malestar por el turismo masivo y otras oleadas de visitantes –cruceros, por ejemplo– como ha hecho el GOB. Quien más quien menos vive del dinero que recibe en distintas partidas de subvenciones. Pero ¿de dónde creen ellos que viene el dinero que reciben con excesiva abundancia? De los empresarios y los trabajadores con sus aportaciones fiscales.
De ahí que debamos ser muy prudentes y no convertir nuestro cansancio en una metedura de pata extemporánea que nos dañe en nuestra principal actividad. Seamos discretos y hagamos llegar nuestra voz en el momento y sitio adecuados. Ni pintadas, ni agresiones ni insultos. El turismo siempre es bienvenido y te damos gracias, Señor, por estos alimentos recibidos.