miércoles, abril 30, 2014

Hasta el 40 de mayo

Nos anuncian una primavera breve para entrar casi sin interrupciones en un verano seco y muy caluroso. Pero no me creo nada. El año pasado un grupo de meteorólogos franceses predijo que apenas habría verano. Y vaya si lo hubo. Nos sobró estío.
En las islas Pitiusas las lluvias han sido escasas, obviamente nunca suficientes para regular un poco la recarga imprescindible de nuestros acuíferos, tan extenuados, tan sedientos y en algunos casos colmados con agua filtrada desde el mar.
El calor no nos asusta, aunque algunas olas saharianas te dejan agotado porque no se puede dormir por la noche. La sequía sí.
Los hoteleros de Baleares no se preocupan ahora por estas predicciones climáticas, pudiendo preocuparse por las previsiones de ocupación, muy baja en mayo.
La Semana Santa fue todo un éxito para Mallorca, que goza de uno de los aeropuertos mejor dotados y con mayor tráfico del mundo. En algunos casos se llegó a un 85% de ocupación hotelera. Ya la hubieran querido en Ibiza. La isla ratonera, sin aviones y carísimos.
El caso es que los profesionales del turismo –siempre tan bien acostumbrados– se quejan de las bajas reservas para el mes de mayo.
¿Esperaban quizás que la semana santa se prolongaría y que se difuminaría con los primeros turistas del verano? Qué fácil es acostumbrarse al éxito.
Piensen que en Ibiza ni siquiera degustaron el banquete de la semana santa. Estuvo bien, pero las islas menores necesitan otras conexiones que permitan el acceso a unos precios discretos que al menos puedan competir con Alicante, Roses o Almería.
Como en estas previsiones climáticas, recurrimos a la experiencia que nos aconseja no quitarse el sayo hasta el cuarenta de mayo. Los hoteleros no quitan las cubiertas de protección de sus cristaleras hasta esta misma fecha. Y los mallorquines avisan de que las previsiones son incluso inferiores que en 2013.
No puedo rebatírselo, pero para consolarles les recuerdo el creciente fenómeno del bajo coste. Este tipo de vuelos ha fomentado la toma de decisiones en el último minuto y lo notaremos cada vez en todo el Archipiélago, porque muchos turistas de poco poder adquisitivo se apuntan a ofertas que se anuncian por Internet unas horas antes.
Un turismo cada vez más joven, que viene en las mismas fechas, con poco dinero es el que atiborra nuestras islas en dos meses insoportables y que serán mucho más calurosos que el año pasado.
Y cada vez más franceses y más holandeses. A ver si lo comentamos otro día. De momento no escondan el abrigo ni la cerveza.