miércoles, mayo 09, 2012

Sí, pero ¿y la vida sin coche?



Sin apenas darnos cuenta hemos pasado de aquella Ibiza hecha a la medida del hombre (del hombre bajito, mediterráneo, fenicio) a una isla mecanizada y deshumanizada. Es la verdad.
Hay sitios en los que por razones de distancias enormes no se puede prescindir del helicóptero o de la avioneta, como en algunos estados de los Estados Unidos o en Australia.
Exacta y concretamente por la misma razón, hay ciudades en las que las piernas, los pies, sólo sirven para lucir bonitos zapatos o para vestir eróticos vestidos. El hombre como ser caminante desaparece. El hombre se transforma en un robot empotrado en una máquina.
Todavía peor, me cuentan quienes viven en Los Ángeles o la han visitado, que, si la policía te encuentra caminando, lo más probable es que detenga el vehículo y te pida la documentación, para empapelarte o para ayudarte. Un individuo que camina es un sospechoso.
Los Ángeles es una ciudad dispersa, como Ibiza, una gran ciudad desparramada, en la que el coche ha sustituido las piernas y debido a que el crecimiento no ha sido en conglomeraciones ni en conurbaciones, los servicios públicos apenas son eficaces.
¿Les suena esto a algo?
Exacto. Lo mismo ocurre en Ibiza y ya no tiene arreglo. Ibiza no es sólo una isla de 572 km2..., es una garden-city, como Los Ángeles, una gran ciudad-isla-jardín-bosque.
Es lo que hay y no tiene solución. ¿Alguien la ve?
Claro que usted me dirá: «Pero esto puede cambiar». Mi respuesta: «Y cambiará. Pero a peor, a mil veces peor. Y no digamos nada de Formentera».
¿Hay alguien que piensa que el diseño disperso en la ruralía pitiusa tiene alguna posibilidad de solucionarse con trenes, autobuses, microbuses o con bicicletas? No, claro que no.
Y de de todo modos, cuando despertó, el dinosaurio seguía allí. Y serán cada vez más coches sobre la isla. En un año, 3.000 más.
En pleno hundimiento de los puestos de empleo y en pleno proceso de pérdidas y cierres de negocio Ibiza ha matriculado tres mil vehículos. ¿Cuántos se han retirado? Ni uno o casi ni uno.
Yo comprendo que para los comerciales esto es una buena noticia, pero no lo es para nuestra economía ni para nuestra calidad de vida. Para vivir en Ibiza hoy, a no ser que tengas la oficina al lado de casa, se necesita un coche para cada trabajador.
Seamos francos: el coche ya no es un fetiche de lujo para lucir o presumir: es una herramienta mecánica para trasladarnos, es decir, es lo mismo que una pala o un martillo, un enser imprescindible para ejercer nuestra función laboral.
Por eso siempre digo que Ibiza no sólo es insostenible. También ya se ha hecho inaguantable, insoportable y lo irá siendo mucho más.
Sí, pero ¿y sin coche? No podríamos movernos, no podríamos trabajar.
Seguro.