miércoles, junio 09, 2010

Perderse en Ibiza




Ibiza, «la isla desierta en la que se perderían los españoles» en una encuesta. Al menos un 25 por ciento de españoles la eligen antes que Menorca, Formentera y otras, lo cual demuestra que no conocen Ibiza y probablemente no conocen ninguna isla.
Porque la encuesta propone dos cosas imposibles: desierta e ignota.
Por desgracia es uno de los sitios con mayor densidad de España, y Vila es probablemente una de las primerísimas. Esta densidad veraniega demuestra que no está cerca de las coordenadas de la isla de Robinson. No, Ibiza no tiene remedio, pero perdida no está.
Y en cuanto a la vieja idea boba de esconderse, forastero, abandona toda esperanza. Siempre repito en mi blog y en mis artículos que hoy las Pitiusas son uno de los lugares más espiados, fotografiados y más penetrables y permeables del planeta. No sólo por por Google Earth o por los mapas topográficos de las inmobiliarias y de los mafiosos, traficantes de droga y otros amantes de blanquear dinero. Además de todo esto, aunque suele ser discreta, tenemos policía, a pesar de que su presencia no sea por definición muy avasalladora y me parece estupendo. Por lo tanto, ya que Ibiza no es un estadio tomado por las fuerzas de orden público, a veces damos la impresión de ser un lugar un poco desordenado, pero todo acaba por funcionar.
¿Entonces? La información. Ya ocurrió en los años treinta: Ibiza estaba lleno de espías nazis, fascistas, comunistas, socialistas. Aquí espiaba hasta San Pedro. Bien, pues ahora mucho más. No es necesario que una pareja de la guardia civil vaya detrás de cada chorizo, es suficiente la información que se recibe de todas partes, de España y de Europa. Así que si alguien había pensado perderse en Ibiza, abrir un negocio rápido y rentable, libre de impuestos y después largarse tan tranquilo, quizás haría bien en repensárselo. Durará lo que quieran que dure.
Etcétera y mucho más de lo que he dicho por si quedara alguna duda.
Ahora bien, quizás tengan razón en que Ibiza es un isla que facilita las pérdidas, aquí llevamos tiempo, años, que perdemos todos o eso se cuenta. Por perder, incluso parece que vamos a perder la temporada.
Como es natural y como diría Aristóteles, «aquí va a pasar algo». No creo que podamos afrontar las pérdidas acumuladas de los últimos diez años, caso del turismo alemán, pero ocasionalmente también de otras procedencias. Ni saldremos indemnes del efecto Mundial de Fútbol, que se llevará por delante la mitad de junio o más. Por no no mencionar la festiva competencia de los destinos emergentes, que están arrasando. Por ejemplo, los rusos van locos por Túnez, Egipto y Turquía. También los alemanes e ingleses disfrutan de Grecia, Corfú, Turquía, etc. Para acabar de perdernos sólo nos faltaba un volcán, pero con muy mala bebida, tanto que no permite los vuelos de los charters.
¿Eso es todo? No, nos reservábamos las mejores páginas de la prensa inglesa sobre un tal Ferré, que controla el 20% de las plazas. El porqué ha durado tanto este brillante gestor de lo suyo (o de los otros) es otro secreto de Ibiza.
El resto va todo incluido. ¿Nos perdemos?