miércoles, julio 22, 2009

Ahora nos gobernará la UNESCO


Después de todas las peripecias y avatares que han retrasado la finalización del puerto de Ibiza (el dique es sólo una parte) ahora debemos someternos a los dictámenes de la Unesco. Se dice que es un organismo dedicado a alejar la guerra de la mente de los hombres y a preservar el patrimonio mundial, pero sólo de pensar en los budas dinamitados por los talibanes me hace temer que les será más fácil incordiar en Ibiza que en Afganistán.
No tengo a la Unesco en un pedestal. Más bien les tengo muy abajo, pero mientras no exista una cosa mejor para gestionar estos conjuntos culturales de la humanidad deberemos vérnoslas con estos personajes.
Así que ahora ya tenemos otro grupo de poder sobre nuestras espaldas: con la junta de vecinos, el presidente de escalera, la alcaldía, el Consell Insular, el Govern balear y el gobierno de ZP no teníamos bastante. Y nos hemos buscado la Unesco. Pues sólo nos faltaba esto. Acaba de parir la abuela.
¿Cuántos informes de impacto ambiental y paisajístico habrá que encargar? ¿Más informes? Si es para evitar la realización del puerto estamos ante una tarea inútil, porque el puerto se hará. De existir un hipotético dilema y nos encontráramos ante la necesidad de elegir entre Ibiza Patrimonio Mundial o el puerto Botafoc, seguramente elegiríamos el puerto.
No es mi opción personal, pero analizando la estrucura económica (o lo que sea este emplasto diabólico) de las Pitiusas, con estos dos millones de turistas, Ibiza necesita otras instalaciones. Y a la menor de cambio, Ibiza seguirá fomentando el aumento de turistas, sean clubbers, congresistas, o clases medias más tranquilas.
No se planteará el dilema, pero en cualquier caso ilustra esta vieja tensión entre la conservación del patrimonio y el desarrollo turístico como depredador del territorio, de los recursos y de los bienes culturales.
Justo aquí y ahora lo tenemos visualizado: Ibiza no ha sabido llegar a los dos millones de turistas y preservar sus costas, su integridad, su belleza, sus recursos. Así estamos. Hagamos lo que hagamos, vamos mal.
¿Va a vivir del turismo Ibiza y Formentera durante los próximos 50 años? Si es así, el puerto de Botafoc se hace inevitable. Como se hace inevitable una política coordinada del territorio donde se evite por todos los medios el demencial ritmo de crecimiento y de urbanización.
Imagino que detener la realización del puerto (si esto fuera posible) nos dejaría en una situación donde el funcionamiento se haría imposible. Pero también se colapsará la isla si se siguen construyendo viviendas, chalés y urbanizaciones. Somos muchos los que pensamos que este hundimiento ya ha ocurrido. Ibiza jamás debiera de haber sobrepasado el millón de turistas, pero eso ya es otro cantar y muy pocos quieren oír hablar de estos temas.