Voy leyendo, entre el pasmo y la sonrisa, las noticias previas a las elecciones. No son tan importantes como para dedicarles todo el artículo, pero si me lo permiten, iré extrayendo algunas perlas que nos estimulen. Aviso: no se quiere azotar a nadie, sino compartir esas situaciones y palabras políticas que nos divierten a todos.
Me gusta ver que Podemos en sus cartas a la prensa y comunicados emplea el español. Es la única manera de hacer llegar un mensaje con cierta eficacia, por ello no nos debe extrañar que en período preelectoral incluso el totalitario catalanista ERC use con cierta frecuencia el castellano.
Dicho esto, aclaro que es lo único que me gusta de Podemos. Muchos ibicencos ya entienden el catalán estándar, pero el sustrato migratorio nacional es de una innegable densidad y hay que respetarlo y aprovecharlo. El idioma español es el único que nos une a todos. Una bendición.
Carmen Tur ha aprovechado el follón creado artificialmente al renunciar al premio Ramon Llull. No sabíamos que iba a afiliarse a un partido descendiente directo de Unió Mallorquina, ya disuelto por su propia corrupción. Carmen Tur ha sido una loable activista social y seguramente será una discreta política con nula o escasa capacidad de decisión. Mal negocio. Todos hemos perdido.
Carmen Tur ha aprovechado el follón creado artificialmente al renunciar al premio Ramon Llull. No sabíamos que iba a afiliarse a un partido descendiente directo de Unió Mallorquina, ya disuelto por su propia corrupción. Carmen Tur ha sido una loable activista social y seguramente será una discreta política con nula o escasa capacidad de decisión. Mal negocio. Todos hemos perdido.
Sin embargo, Juan Daura lo ha entendido perfectamente: su retirada es una victoria. Una gran victoria. Y a buen seguro que no se aburrirá en su nueva vida y que nadie descarte verle en alguna asociación ciudadana, club o colectivo, porque tiene vocación social y le gusta hacer cosas. Así que hemos perdido a nuestra querida Carmen, pero hemos ganado a Daura.
Estamos rodeados de amargados, hipócritas, resentidos y descerebrados. De ambos sexos. Y no solo en tiempos de elecciones. Todo el año. Dicho esto, tampoco me parece bien que vaya una colla payesa a cantar ´Anàrem a Sant Miquel´ dentro de la iglesia.
Con el sitio que hay en el cosmos y nosotros empeñados en amontonarnos para poder hacernos la puñeta los unos a los otros.
Seamos buena gente y dejemos entrar un poco de felicidad en nuestra vida: este es mi lema de hoy. Pero si no sirve mañana buscaré otro.
Seamos buena gente y dejemos entrar un poco de felicidad en nuestra vida: este es mi lema de hoy. Pero si no sirve mañana buscaré otro.