sábado, octubre 31, 2009

Ya no se pueden prohibir los toros en Ibiza



El toro era o es el animal sagrado de Baal. Uno de los significados etimológicos de Baal es "toro". Los fenicios popularizaron y reforzaron el culto al animal totémico en tod el Mediterráneo.


Los progres de Ibiza están desolados: no se pueden prohibir los toros en Ibiza, porque ya los prohibió una ley de ámbito balear del PP en los años 80, de forma indirecta. Sí, fue el PP.
Si no recuerdo mal, cuando se derriba una plaza de toros ya no se puede volver a construir. Imaginan que es un avance social, pero ellos –progres y gente de diverso pelaje buenista– siguen atiborrándose de filetes de ternerita tierna, de costillitas de cordero y de solomillos de cerdo.
Con lo aburridos que son aquí los inviernos (la isla queda cada año más vacía y en barbecho) nada nos iría mejor que una buena campaña contra los taurinos, y de desprecio contra lo que los nacionalistas llaman ´fiesta típica española´, como están haciendo en Barcelona y en toda Cataluña.
Pero el prohibir una cosa demasiado pronto tiene eso de malo, que te privas del placer de prohibirla más adelante.
Y sin embargo.., en Ibiza se ha adorado siempre al toro, no sólo como símbolo de nuestro panteón fenicio-cartaginés, sino como ritual mediterráneo. Dice el gran intelectual Albert Boadella, un catalán universal que ha tenido que exiliarse de Cataluña, que una corrida de toros es un acto ritual, el único teatro mágico de verdad. No sé, pero quienes entienden viven una especie de ceremonia en clave en la que no puede entrar el neófito. Yo prefiero el rejoneo, el toreo a caballo.
Ibiza era demasiado pobre para el ganado vacuno. Los primeros bueyes de nuestra historia aparecen en el ´Liber Maiorichinus de rebus pisanorum´, que narra una de las etapas más terroríficas de la isla, cuando la cruzada catalano-pisana dejó media isla ardiendo y causó gran mortandad entre los pobres ibicencos, año 1114.
En Formentera encontraron dos bueyes y aquellos catalanes muertos de hambre ya los tenían rejoneados cuando un jefe se los arrebató con la excusa de que, siendo tiempo de Cuaresma, no podían comer carne. O sea, como siempre, se los zamparon los jefes.
¿Qué hacían dos bueyes en Formentera? Se supone que servían de animales de tiro y carga, pero eso es una suposición.
Yo he pensado que en Ibiza han existido siempre los toros.
En realidad los siglos oscuros de peste, hambre y ataques berberiscos no parecen muy dados al toreo, cuando apenas había animales para labrar los campos ni para el transporte o para la defensa.
O sea, que imagino que sería ya bien adentrado en el siglo XVIII cuando Vila puede ofrecer algunos festejos taurinos. De ello estoy mucho más convencido desde que leí el artículo de J.A. Torres Planells, en el Diario de Ibiza del 8 de mayo de 2005: ´Toros a Eivissa´.
Un artículo delicioso que debió atormentar durante mucho tiempo a los fanáticos anti-taurinos.

Diario de Ibiza

miércoles, octubre 28, 2009

La mejor crisis de nuestra vida


Este verano tiene la delicada misión de introducirnos de lleno en la crisis. A regañadientes, no nos queda más remedio que admitirlo: estamos en horas bajas, en años bajos.
Esta extraña forma estacional de trabajar en Ibiza es insoportable, pero acabamos por soportarlo todo, hasta estos taxistas piratas que hacen lo mismo que los capitanes de las pateras y los cayucos: si se ven ante la eventualidad de ser detenidos se deshacen de los fardos y los echan al mar.
Parece que algunos taxistas piratas no tienen escrúpulos. «Un taxista pirata arroja a un pasajero del vehículo en marcha». Me lo creo. Eso sólo puede ocurrirte en algún país muy atrasado de África y en la civilizadísima Ibiza, tal es el refinamiento y la eficacia de nuestros políticos a la hora de solventar problemas.
De locos, cientos de taxistas piratas, que se sepa. Habrá miles a lo largo del verano.
La medida de expulsar a aquellos que no paguen las multas por cinco años simplemente es otra bobada. De España entran y salen tranquilamente asesinos, traficantes, atracadores, ladrones y lo hacen por tierra, mar y aire. Lo hacen por el Prat, por Sevilla y por Barajas, etc. Imaginemos lo que podrán hacer en Ibiza, donde hay un déficit alarmante de fuerzas de seguridad en los meses punta. ¿Quién inventa estas medidas?
Un verano donde se nos han ido Julián Lago y Valerio Lazarov, dos asiduos de la isla. Y otros nombres preclaros, pero esto no es un obituario.
La crisis de 1989-1993 fue mucho peor que la actual, se afirma en un reportaje publicado en el Diario. Entonces no había créditos y los intereses eran mucho más altos. Además las empresas estaban amortizando las inversiones.
Pues no lo creo. Ahora los bancos no dan un crédito ni para medicinas. Por otra parte, la crisis de los Noventa pegó fuerte en el 92 y en 93 si no recuerdo mal, aunque viviéramos la euforia inducida por el socialismo cañí de la Feria Universal de Sevilla y los Juegos Olímpicos de Barcelona, financiados y apoyados por todos los españoles.
Simplemente creo que la actual crisis será mucho más duradera, aunque ciertamente ahora disponemos de algunos paraguas protectores y de una situación de inversión más blindada. No sé si esto es bueno, porque las instalaciones de Ibiza necesitan todavía hoy grandes inversiones.
«No se lo cuentes a papá», «Lo que pase en Ibiza que se quede en Ibiza», se dice por ahí. Y esto significa que todos nos quieren en julio y agosto. Pero para el resto del año, aquí nos dejan solos con nuestra fría humedad.
Quizás la venganza del pitiuso sea largarse también a invernar en destinos más baratos que nuestra propia isla, afectada por el virus del sobreprecio.

Diario de Ibiza.

sábado, octubre 24, 2009

Turismo: alarma en el sector


El turismo en España está en grave peligro, tanto si observamos las cifras de ocupación de los últimos años cuanto si analizamos el impacto que presumiblemente tendrá la aplicación del nuevo IVA a partir del 1 de julio del 2010.
Nuestro turismo ha mostrado una gran vitalidad y a la hora de reciclarse ha demostrado que goza de medios y de flexibilidad. Ya superó la extraña subida del efecto 92, a pesar de una crisis galopante bajo la égida desnortada del socialismo felipista.
Unos diez años después, mal que bien se adaptó al efecto redondeo derivado de la entrada en el universo del euro.
Pero no sería realista negar que estas situaciones exigieron muchos sacrificios, pérdidas, rendiciones y liquidaciones terribles. De eso los ibicencos sabemos un rato largo.
En estos momentos, la planta hotelera de las Baleares está atravesando una fuerte competencia de países emergentes (que ya están bien asentados, podemos admitirlo) que venden el mismo producto pero con mejores instalaciones y a precios bastante más bajos. Esto también está constatado.
El turismo es un sector muy regulado, pero una vez garantizada la sanidad y los servicios, lo mejor es no inmiscuirse, dejarlo solo, toda vez que los ministerios correspondientes ya colaboran en la promoción.
Pues no, el derroche del socialismo zapateril es tan alucinante (y lo sigue siendo, sigue en cotas de gasto insostenibles, como ya se le ha advertido en los últimos años) que no puede prescindir de una subida de impuestos.
En la totalidad inmensa de agujero fiscal del Estado esta subida apenas significará gran cosa, porque ZP no ha tomado otras medidas correctoras ni las tomará, o eso parece.
Pero para la hostelería esos dos puntos de IVA significarán un fuerte varapalo y es muy posible que otra vez miles de comercios y de industrias queden varados en el camino, derrengados por una política inútil.
Zapatero se ha equivocado, eso no es ninguna novedad, ni rectificará a pesar de los durísimos alegatos de la Confederación Española de Hoteles y de Alojamientos Turísticos (Cehat), o de la mismísima CEOE; diversas agrupaciones y mesas del turismo, así como de los touroperadores.
En resumen se viene a entender que competir con los otros destinos mediterráneos donde no se aplica el IVA es casi imposible, y competir con los restantes países europeos que aplican un IVA reducido todavía es más difícil.
El turismo español se enfrenta a un debate en profundidad sobre su reestructuración, porque está en crisis desde hace años. Estas medidas fiscales no son más que otro clavo en la tapa del ataúd. Se avecina una escabechina de medidas difícilmente evaluables. Fácil deducción.

miércoles, octubre 21, 2009

Barry Flanagan o la velocidad congelada



La exposición en el Museo de Arte Contemporáneo de Ibiza, allá por 1998, tuvo mucho éxito. La obra del desaparecido Barry Flanagan siempre deslumbra y ello es así probablemente porque conseguía armonizar conceptos antitéticos que repugnan la razón.
Él sabía perfectamente que la percepción visual cala más hondo cuando conmueve en vez de mover a la reflexión.
No en vano se dice que las motivaciones del arte y del artista caben mejor en el terreno visceral de las emociones. Claro que hay toda una escuela o grupo de artistas que parten del racionalismo y han dado movimientos como el constructivismo o el minimal. Pero la vibración sensual, la experiencia emocional estética jamás ha podido ser sustituida ni suplantada. Permanece ahí inseparable de las reglas de la percepción y de la condición humana.
Lo primero que llama la atención de las liebres bailarinas de Barry Flanagan es el extraño sentido de irrealidad que desprenden. Pero al mismo tiempo no causan rechazo ni negatividad, probablemente porque el cerebro las reconoce perfectamente.
Quien haya visto a las liebres correr o a los podencos o los galgos perseguirlas reconoce inconscientemente estos movimientos porque son reales, más de lo que sabíamos a un nivel consciente. Nuestra retina lo sabía antes que nuestra razón. Todo esto es facilísimo de demostrar con las actuales cámaras fotográficas que a altas velocidades pueden congelar la imagen en una fracción de segundo.
¿Qué descubrimos? Que la imagen congelada corresponde casi exactamente con la artística. El artista ha llegado a este conocimiento anatómico y físico con sus estudios, con sus pruebas, con su ironía («yo soy la liebre y el cazador a la vez») y coincide estrictamente con la realidad oculta.
Por supuesto, de ahí se derivan todas sus paradojas y sus ironías, por ejemplo los títulos de las obras de bronce, que ya no será una liebre saltando con su velocidad congelada, sino el bailarín Nijinsky. Anatómicamente impecable: un bailarín ruso usará las cuatro extremidades como puede hacer una liebre, eso es, para optimizar sus resultados en un espacio.
Entonces ¿por qué nos atraen tanto los caballos y las liebres del artista galés? En primer lugar porque su diseño está armonizado con los modelos que conocemos desde las cavernas. Quizás los caballos de Flanagan nos sorprenderían si los comparásemos con algunos caballos pintados en las paredes de las grutas o en otras pinturas más recientes.
También por su paradoja: nada más opuesto a la gracilidad del bailarín o de la liebre librando una batalla contra la ley de la gravedad que un mazacote de dos mil kilos en bronce.

sábado, octubre 17, 2009

Las huellas del verano


Un verano extraño, irregular, salvo por los propios defectos que nos han dejado en la estacada del mercado turístico: los jovenzuelos. El turismo juvenil que viene por las discotecas.
Pero Ibiza pierde fuelle. En verano parece invadir la isla una especie de virus por el dinero donde las aguas minerales pueden costar seis euros o donde un taxi pirata puede dejarte en la cuneta si se encuentra en peligro de detención.
Insistir en todo eso no sirve de nada, simplemente constatar que las situaciones se han podrido y no se quieren solucionar. Y los turistas se van a otra parte, aunque la prensa amiga de forma voluntariosa presenta una Ibiza fastuosa con caras famosas y el glamour de la España cañí y marbellí.
Hace años, muchos años, que en verano quedamos a merced de la ventura: sin transportes públicos eficientes y accesibles, pero tampoco sin taxis suficientes.
Todo la isla sufre una transformación a peor, creando una locura de sobreprecios que afecta a todos los campos: alimenticio, ocio, restauración, playas, transportes, etc.
Pero, oh cielos, de repente surge una lucecita de esperanza. Quizás pidiendo más dinero a los empresarios para la Fundación Turística o creando unos cuantos observatorios turísticos (vestidos de blanco con gafas oscuras, the White-Men IBZ) ya se arregla todo.
Sólo nos falta pedir una pintura a cada artista y hacer la subasta de siempre. ¿Pero cómo se os puede olvidar tan magnífica idea?
«Hoteleros, Pimeef, CAEB y UGT piden un gran pacto para volver a las temporadas de seis meses», anuncia el Diario. Será eso, que llevamos 60 años de turismo sin pactar, descompactados. Si pactamos, todo arreglado, ya sólo nos queda pedir al Estado-providencia que los trabajadores de Ibiza sólo tengan que trabajar dos meses para cobrar diez meses de paro. Adelante, a Zapatero le encantan estas ideas avanzadas, progresistas, pactadas, de cohesión social. Que ZP arríe la mosca y vaya soltando los millones a Comisiones y a UGT para que sigan sacando más tripa.
Todo bien pactado, bien compactado, yo diría que casi encimentado: Deep Pact, Compact Pact IBZ-Mix.
Cualquier cosa menos enfrentarse a los problemas reales de la isla. Para cuando encuentren solución ya no quedará isla o nadie podrá tomar el sol para evitar el cáncer de piel.
La temporada no ha sido tan espantosa como se esperaba, dice una responsable un poco inconscientemente. A saber lo que esperaba. Los hoteles cierran casi un mes antes de lo previsto. Y las discotecas que podrían quedar abiertas (ya sabemos que la gente vendría de todo el mundo para llenar la isla en invierno) también cierran. Por hoy me lo tomo con cierta ironía, con la venia.
Diario de Ibiza

miércoles, octubre 14, 2009

Acabar con la hostelería

El día uno de julio de 2010 el IVA pasará del 16% al 18% y del 7% al 8% creando una situación de alarma roja en la oferta complementaria, en los establecimientos de Ibiza que ya llevan dos o tres temporadas ruinosas funcionando a duras penas y casi perdiendo dinero.
El golpe asestado a la hostelería de Ibiza será descomunal. Mucho menos para los hoteles, pero de todas formas también sufrirán la crisis por partida doble: por ausencia de turistas y por estrechamiento del margen comercial.
El negocio central de Ibiza es el turismo, y por haber olvidado esto nos hemos llevado a la propia isla por delante.
Ibiza se encuentra en una encrucijada en la cual tendrá que redefinirse, mientras la única opción que se ha quedado con todo el mercado es el turismo de ocio de tipo nocturno, un turismo que se acerca más a una práctica de riesgo que a una solazada vacación anual.
Eso ya lo sabemos todos y es parte de los deberes que ningún gobierno ha sabido hacer, primero porque el PP es el propio creador del turismo nocturno de discotecas y del Todo Incluido, pero el Pacto tampoco ha sabido regular el sector de una manera satisfactoria para nadie.
Resultado: Ibiza sufre una lenta agonía, ordeñada por el Estado central con sus impuestos y abandonada a la hora de recibir compensaciones, con una planta hotelera envejecida y con un turismo que ahora sufrirá otro embate con la subida del IVA.
Trabajar en Ibiza empezará a ser imposible. Incluso estamos perdiendo la quimera de los seis meses. Hacer un negocio legal será otra ilusión, aunque crecen como setas los negocios al margen del sistema: drogas, prostitución, taxis pirata, especulación y presumiblemente muchos comercios que trabajarán a su aire. Las consumiciones de los turistas se han desplomado de golpe en todos los sectores. Ibiza se ha desplomado mientras otros la siguen desplumando.
No sólo Ibiza, toda la costa española mueve sumas astronómicas con sus 50 millones de turistas.
El Gobierno de ZP lo sabe y aprovechará el 1 de julio para poner patas arriba las tiendas, restaurantes y servicios, creando un caos descomunal y la imagen (¡y la realidad!) de que España es cada vez más cara: así, el año 2011, puede ser un desierto en España y en las islas.
En Egipto, Líbano y Turquía han tomado buena nota: conservan servicios excelentes en instalaciones de calidad a un precio ya imbatible. En Francia, el IVA de los hoteles es de un 5,5, mientras en Grecia se queda en un 3,5. La competencia será abrumadora y ya lo es ahora.
No sólo el turista, el propio consumo interno seguirá cayendo en picado. ¿Cómo pudiendo prever esto no lo ha tomado en cuenta el gobierno socialista? Misterio, pero es la enésima locura de ZP.
Diario de Ibiza

sábado, octubre 10, 2009

Curso escolar histórico en Baleares

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Este curso escolar que está empezando será histórico por muchos motivos, entre ellos la dificultad de escolarizar a los hijos en el idioma de España que es el español. Un idioma rico, que genera riqueza y abre puertas.
Pues no va a ser posible: en Ibiza, en Baleares, los niños ya son sumergidos en catalán, en un proceso de subnormalización lingüística sin parangón. Por eso digo que es histórico el año 2009. Por mucho que la situación de Ibiza a día de hoy no sea tan drástica como en Mallorca ni en Cataluña, o sea, todavía es manifiestamente empeorable (y conociendo a los catalanistas, empeorará).
Muchas veces he expresado sin tapujos mi opinión: me parece una barbaridad política, me parece una rendición de la sociedad civil y me parece una profunda injusticia contra aquellos niños de clases menos pudientes que no podrán estudiar en el Colegio alemán (como las hijas gemelas de Josep Montilla) o en el Liceo francés (como las hijas de Laporta).
En general, los hijos de las clases adineradas pueden pagarse una buena educación para sus hijos para que se perpetúen en el poder. Quienes no pueden son las clases más humildes. Conozco también un hecho que suele soslayarse: quienes quieren implantar el catalán exclusivamente en detrimento del español y de España son conscientes de esta lesión que se causa a los niños indefensos.
Fíjense bien que no digo sacar el catalán de las aulas (yo ya lo defendía en 1972 y por escrito) sino evitar esta descarada estrategia contra el español. Urge la actuación de los políticos en este caso y además de la trama civil, si es que queda alguna fibra viva en esta sociedad narcotizada.
Publico en mi blog-anuario el regalo de una agenda confeccionada por la Diputación de Barcelona donde ni aparece la palabra España. Puro veneno ideológico repartido en numerosos colegios baleáricos.
En días así le doy las gracias a San Mariano porque mi hogar no haya sido bendecido con cuatro o cinco hijos. Porque la ruina es mayúscula en otros aspectos: colegio, repasos, gimnasio, ropa de deporte, talleres, excursiones y finalmente… hay que comprarles cada año libros que apenas usarán o lo harán en su mínima parte.
Cada alumno supone una aportación dineraria escandalosa. Pasa de 200 euros en muchos casos, eso cada año, porque el mecanismo de recuperar los libros usados no consigue funcionar. Alguien que tenga 4 hijos se gastará unos mil euros. Una locura.
¿Es bueno que los vendan en las librerías? Lo dudo. Al margen del precio (el librero tiene que ganar y eso es lógico) no suelen tener todos los libros programados al mismo tiempo. Visitas, nervios y pérdidas de tiempo. Las librerías merecen todo el apoyo, pero el material escolar (y los libros lo son) debería ser entregado en el centro, más barato y todo a la vez.
¿Tiene sentido todo esto? Ya me perdonarán, pero yo no se lo veo. Es como si a los periodistas o a los panaderos nos obligaran a adquirir cada año una nueva enciclopedia. Llegaría un día que aprender no aprenderíamos, pero también iríamos por la vida con una mochila de muchos quintales de papel cargados en nuestra espalda, como estos niños en vías de ser subnormalizados.

Diario de Ibiza

miércoles, octubre 07, 2009

Otro golpe a la economía pitiusa


La edición on line del Diario por Internet tiene unes estrellitas para que el lector califique el nivel de agrado o rechazo. Cuando me dejo llevar por mi voluntarismo optimista y desarrollo algunas claves para que nuestra conducta nos pueda sacar del atolladero, me votan mi artículo en masa. Las estrellas echan humo. Pero yo no vivo de humo ni de estrellitas. Nadie.
Este cronista no piensa hacer esto por sistema.
En realidad, para eso ya está ZP o algunos políticos de rango estatal o local que cobran cada mes una suma astronómica y la cobran puntualmente, sin retenciones ni retrasos. Sumados a los 3.100.00 funcionarios, hemos creado una casta en gran parte parasitaria y encima tenemos que sobre-primarles para cosas que no hacen.
Pero es mucho mejor que no hagan nada, porque cuando actúan el diablo hace planes.
Yo llevo cinco años pensando que los bombazos de Atocha no estaban destinados sólo a terminar con Aznar, sino con el régimen de libertades, con la calidad de vida de los españoles, por supuesto con la Constitución y probablemente con más cosas que consideramos el tegumento y la continuidad de nuestro entendimiento entre españoles, con perdón.
Una vez vaciadas las arcas del Estado sin haber conseguido ninguna contrapartida (paz autonómica, solidaridad interterritorial, refuerzo de las clases medias, ayuda a los descolgados) ahora vienen las medidas desesperadas orquestadas desde la oscuridad.
Así parece que la ruina de España no se labró en el último consejo de ministros, sino desde el primero, donde tomó posesión Rodríguez Zapatero y toda su patrulla de indocumentados. Ahora sólo vienen los movimientos alocados, peligrosísimos, como ya vengo avisando desde el primer día, evidentemente con escaso éxito.
Una de estas oscuras medidas tendrá consecuencias difíciles de prever para la economía pitiusa y española en general: la subida del IVA.
Una vez más, nuestras islas y nuestro país se colocan por una medida política disparatada en una situación de desventaja en el mercado turístico mundial.
Me parece muy oportuna pero excesivamente moderada la intervención de Juanjo Riera, presidente de la Patronal Hotelera. Aunque pueda sonar a demagogia, todos sabemos que Ibiza no puede recibir más golpes.
Todo al revés: la subida del IVA y la fecha de aplicación, en pleno julio. ¿Qué será de los hoteleros, de las tiendas que en pleno julio han de cambiar todos los precios? ¿Y la oferta complementaria? ¿Qué será de los autónomos de Ibiza que sólo pueden vivir del mes de julio y agosto?
¿Estos diez mil negocios cómo van a poder contratar a este empleado extra en los meses punta? Intentaré hablar del tema porque vale la pena.

Diario de Ibiza

sábado, octubre 03, 2009

Flanagan, prototipo de elefante


Cuando le conocí en 1998 ya tenía sus esculturas colocadas en los mejores museos y lo que es mejor, en las calles más concurridas y lujosas del mundo. Le comenté el placer que sentí al toparme inesperadamente con una de sus esculturales muestras de ironía en pleno centro de Nueva York.
Él sonreía de una forma amable y socarrona. Desde muy joven había sido un francotirador y no me lo imagino de rebelde, pero ahora deduzco que no tenía otra posibilidad, dada la fuerte tradición de los grandes escultores británicos del siglo XX. O acabas con ellos o ellos impedirán que crezcas.
Se ha dicho que era un relativista muy accesible. Seguro. «He aprendido mucho desde que empecé, ahora soy más hábil tratando con los negociantes y a la gente en general». Ibiza le venía al dedo, un sitio en el que en los 80 todavía se podía salir y pasear, beber y charlar en plena calle y encontrarse con gente interesante sin prisas.
Se supone que yo tenía que entrevistarle. Vino al Museo con un amigo, pero cuando vi al amigo pensé que sería mejor seguir mi vieja regla: en las entrevistas es mejor estar a solas con el entrevistado. En realidad no sé si le entrevisté, pero quedé con la convicción de haber recibido una ducha en mi amor propio: mi inglés era lamentable. El amigo traductor se partió de risa cuando se lo conté: «no te preocupes», vino a decirme, «Barry se hace indescifrable cuando quiere».
Quería a menudo. Su sonrisa le humanizaba y no era distraído ni lento de reflejos: conocía exactamente a quien quisiera conocer y se acordaba de detalles nimios años después.
Cuando le reencontré mucho más tarde en plena terraza de Las Dalias, bajo un sol sin piedad, Flanagan vestía su camisa y su chaqueta de invierno. Tomaba ya en plena mañana su inseparable dosis de güisqui sin hielo. No me importaba lo más mínimo, porque lo más probable es que al mediodía yo mismo ya fuera pertrechado con varias cervezas. El problema es que la bebida le hacía todavía más incomprensible. Pero nos entendíamos casi con monosílabos.
Él llevaba su cámara fotográfica y se sintió atraído por la plástica de mi barriga fenicia, adornada con un fastuoso colchón de pelo de cabra que traza una línea perfecta desde el esternón hasta abajo. Un diseño fenicio muy habitual en los mediterráneos. Pero al barbilampiño galés debió atraerle la plástica arcaica y poco apolínea pero funcional de mi bien cebada panza, que Dios me mantenga muchos años.
Y se reía. Y yo. Se fijaba en todo y apostillaba con humor.
No acabaría con las anécdotas, todas amables que le confirman como un caballero, un amigo y un artista muy sólido. Sólo recordar que es el prototipo de elefante: vino, se afincó, creó, se fue desalentado de Ibiza y finalmente regresó. Y aquí respiró el último aliento.
Un ejemplo: Jacquie vendía libros usados en Las Dalias. Unos días antes de abandonar Ibiza, Barry se acercó al puesto de Jacquie y le puso en sus manos una caja repleta de libros leídos como regalo y como signo de agradecimiento. Todo un tipo, aunque Anthony Burgess diría que los galeses no saben beber.

Diario de Ibiza
Véase también: Barry Flanagan