sábado, mayo 30, 2009

No hay dinero para los barcos meduseros


Las 16 cofradías de pescadores de Baleares ya se las prometían muy felices: el Gobierno de ZP había prometido que este año sí, por fin, se desplegaría un dispositivo de barcos meduseros para dar caza y captura a los celentéreos.
El día 19 de mayo, martes, que es el día del dios Marte, dedicado a la guerra, salía publicado en la prensa balear. Un barco por cofradía (dos en Ibiza, una en Formentera, tres en Menorca y el resto en Mallorca) se dedicaría durante todo el verano y desde junio a la recogida de las molestas y peligrosas medusas.
El pago prometido era de 400 euros por embarcación (700 las mayores del puerto de Palma) más un plus de un euro y medio por kilo de gelatina. No está mal, pensando que el 99,9 por ciento del bicho es agua.
El año pasado ya se intentó montar una operación de urgencia, pero todo fue fruto de las ansias de propaganda de Zapatero y su equipo, maestros en el cínico arte de prometer hasta meter, y después de haber metido, nada de lo prometido.
Palabra de Zapatero. Pura propaganda vacía.
El hecho es que seis días después la misma prensa anuncia que la empresa pública Tragsa ha comunicado que no hay partida presupuestaria para pagar este trabajo. El gozo en un poco, zapaterismo urticante, medusas a flote y cada vez en mayores oleadas.
En resumen, ya son muchos empresarios (turísticos, hoteleros, pesqueros, atuneros, meduseros, deportistas) que han decidido no perder más el tiempo cavilando y diseñando estudios para que después se los apropie una empresa recién creada al efecto (ay, las comisiones) y para que, al final, todo quede en agua de borrajas.
La táctica de Zapatero ya es conocida en los siete mares: decir que sí a todo, sacarse fotos, tele, ahuecar el vozarrón, bajadita de ojitos que todavía hace temblar a algunas féminas y a algunos gays, despedirse despacito, mucho manoteo, risitas y desaparecer. Mutis.
Nadie verá nada de lo prometido. Ni siquiera pierdas el tiempo preguntando.
El caso es que en Ibiza y Formentera nos quedaremos un año más sin la recogida de las toneladas de celentéreos cnidarios que irán atiborrando nuestras costas, unos días más, otros menos, en función de la hora y de la dirección de los vientos.
¿Habrá carabelas portuguesas? ¿Habrá peces espada a la busca de italianos?, ¿tiburones cabreados? Puede haber lo que sea, porque los políticos no tienen dinero para estas cosas. No hay presupuesto. ¿Verdad que algún día nos vamos a quejar? De momento a tragar el derroche para las embajadas, nacionalismos y mil puñetas estériles más.

Diario de Ibiza

miércoles, mayo 27, 2009

Baleares salva el turismo británico


Muy malas noticias para el turismo en España, que ha dejado de ser el segundo lugar del mundo como país más visitado en beneficio de los Estados Unidos.
Pero esto es anecdótico. La caída del PIB en Francia, Italia, y Alemania dañará mucho el turismo recibido este verano.
De Gran Bretaña hay malas y buenas noticias. Partiendo de la base que una cuarta parte del turismo que recibe España viene de las islas británicas, una bajada de un veinte por ciento es una cifra fatal. Y en esas estamos.
Peor lo tienen Portugal (un 30% menos) e Italia (un 35% menos).
Estas cifras no son definitivas, sino extraídas de la información de la venta de paquetes turísticos hasta el día 19 de mayo, del Timesonline.
(Pongo el enlace en mi anuario digital, porque sé que hay mucha gente interesada en seguir hasta las mínimas evoluciones del sector).
El turismo inglés ha encontrado un filón en los ressorts turcos, dotados de mayor espacio, mejores instalaciones y de unos precios sensiblemente inferiores, con el Todo Incluido como oferta muy accesible.
Los grandes perjudicados son las costas de la Península y las islas Canarias. Y sin embargo las Baleares se están vendiendo bien. Apenas notan un ligero bajón cuando nos referimos a los meses de temporada alta. No me pregunten más datos, porque no los sé, pero alegrémonos de esta salvedad balear que paliará la tremenda bajada de españoles y de alemanes.
Estas publicaciones, todas las que he ido consultando, abundan en las causas sin ningún tipo de reservas: la libra ha bajado escandalosamente y esto afecta mucho a un determinado sector de turismo como es el familiar.
O sea, y dicho sea mostrando la paradoja, nuestro principal defecto nos salvará la temporada o paliará los nefastos efectos esperados. El turismo familiar ha ido eligiendo otros lugares, de modo que Ibiza ha ido exprimiendo el sector más juvenil, lanzado de cabeza al sexo, sol y playa, discotecas, pastillas y alcohol. Precisamente estos jovenzuelos brincones son los que seguirán viniendo.
Pero el turismo familiar, y ya uso otras fuentes, está muy escarmentado con Portugal, Alicante, Valencia, Málaga y las Canarias. Pueden estar seguros de que encontrarán datos, porque no se habla de otra cosa: el efecto libra, con un cambio al euro que los hace polvo, la erosión de la calidad, la subida de los precios y la horrible publicidad derivada del caso Madeleine MacCann, que afectó a Portugal, pero es que desde entonces en Gran Bretaña se hacen eco de otros asesinatos de niñas, desapariciones, etc. y no dudan en criticar los resultados muy pobres de la policía española.
Por lo tanto, Ibiza y Formentera quedan un poco al margen de esta oleada de violencia transcrita al papel y multiplicada en sus televisiones.

sábado, mayo 23, 2009

Un patrimonio mundial desaprovechado


Cuando miras la lista de bienes españoles Patrimonio Mundial te das cuenta de que España goza de unos excelentes argumentos para ponerse, mantenerse y prolongarse en el mapa turístico.
Si en el sitio de enclaves concretos ponemos ciudades, entonces podemos decir que Ibiza tiene en teoría uno de los patrimonios con más altos valores mundiales.
Y sin embargo esto no funciona, y no ha funcionado nunca, al menos usando como argumento de fuerza el patrimonio. Más bien Ibiza se vende por todo lo contrario.
¿He leído por aquí alguna reflexión centrada en este aspecto? No recuerdo gran cosa, quizás porque todos ya hemos dejado la desestacionalización como una guerra perdida. Es posible que lo sea. ¿Por qué? Porque también en el tema de la promoción turística es complicado desear, o promocionar una cosa y su contraria.
La magistral Alcalá de Henares; una amurallada Ávila que parece un faro en la meseta; Córdoba, llana, judía, árabe, centro que irradió cultura en un tiempo; Cuenca, o el amor imposible por encontrar un equilibro en el vacío; Mérida, romana y feraz en la vega; Salamanca, fría y paradigma de la cultura; San Cristóbal de la Laguna, en las bellísimas Canarias; Santiago de Compostela, un centro espiritual de penitentes y de impenitentes; Segovia, una ciudad total y relegada; o Cáceres, que tanto me recuerda a Dalt Vila, pero con señores con matrícula auténtica… Ibiza. Ay, Ibiza…
Puedo asegurar que Ibiza la pondría en los primeros lugares, con el añadido a su favor de que no sólo suma una urbe magnética y llena de secretos maravillosos (que también desaprovecharán una vez más los políticos), como las raíces fenicias y nuestra identidad cartaginesa.
Dalt Vila, Patrimonio de la Humanidad, es un ensortijado laberinto de túneles, pasadizos por donde se transmite y se comunica la cultura y la ciencia desde cientos de años antes de que nacieran las barcelonas o el mismísimo Jesucristo.
A eso hay que sumar las praderas de posidonia, sa Caleta y sin duda el gran tesoro de Cartago: cerámicas, estatuillas, reliquias, ungüentarios, dioses, joyería, etc.
¿Sabemos promocionar una Ibiza nueva, o sea la antigua y la arcaica? La respuesta es no. Que Lurdes Costa viaje mucho con alguna carpetilla no nos hace mejor promocionados. Y el solo hecho de que el mejor museo en material púnico del mundo lleve quince años cerrado ya lo dice todo.
Ibiza no puede con su púrpura, no sabemos llevar el peso de la púrpura. No podemos con nuestra historia. Ni siquiera hemos sabido crear accesos. Sólo somos accesibles dos meses y para el turismo chunda-chunda. O ya ni eso.
Para cambiar eso habría que trabajar un poco, o sea, eso no cambiará.

Diario de Ibiza

miércoles, mayo 20, 2009

Alemania, la crisis va muy en serio


No te fíes de cojera de perro ni de lágrimas de mujer», dice un refrán español de procedencia arcaica, probablemente de los tiempos de dominación musulmana, donde el perro es el peor animal en el escalafón y la mujer ya ni te cuento.
La economía alemana no llora con lágrimas de mujer ni cojea por estrategia canina. Ni los columnistas solemos hablar a humo de pajas. Cansa un poco, o simplemente aburre, esta cantinela de algunos empresarios que tienen más cómodo incordiar al mensajero que leerse la prensa diaria o semanal y enterarse de las cosas.
Porque los datos negativos de Alemania –y de casi todas partes– no acaban de caer del peral. Yo mismo llevo tinta gastada desde la caída del muro en 1989 y lo publiqué en mi Anuario de Ibiza y Formentera (véase 1990, 1991, 1992 y siguientes) por mi pluma o por la de otros. Alemania no cojea con cojera de perro. El precio de la reunificación todavía duele y el renqueante ritmo germano nos afecta mucho a todos, especialmente a España y bastante a Ibiza: no olvidemos que es la Gran Alemania la máquina de vapor que arrastra al resto de los vagones de la economía europea.
Es todo bastante elemental, por mucho que algunos insensatos no crean o prefieren negarse y negarlo: Alemania es un país productor, y por definición tiene que exportar. Pero no exporta, o al menos lo hace en un volumen peligrosamente crítico. Genera mucho menos paro que España, porque es una economía más equilibrada, pero lleva décadas luchando por corregirse y uno de sus mayores problemas son los impuestos. Como en España, pagan demasiados impuestos. Y ahora falta liquidez. Ya faltaba hace diez años, y lo sé por mis editores alemanes.
Los datos que salen ahora, «la mayor crisis desde la II Guerra Mundial», etc. sólo corroboran lo que ya sabíamos: a los problemas internos y específicamente alemanes, hay que añadir una depresión del contexto internacional, una crisis financiera y crediticia.
Nos afecta mucho a Ibiza, pero nos lleva afectando desde hace décadas, y lo remarco una vez más fijándome en la tendencia, no sólo en el último dato (Diario de Ibiza, 2 de mayo). Ya lo expliqué en mi anterior articulito ´Perdemos Alemania´. Como es lógico, los hoteleros y los empresarios profesionales lo saben mucho mejor que yo: Alemania nos está fallando, pero no es una bajadita pasajera, sino estructural.
Cuando Alemania revitalice su capacidad de exportación, nosotros recibiremos más alemanes, y los turolenses y los extremeños volverán a competir con el jamón húngaro y polaco, pero de momento sólo veo una postura prudente: gastar menos, atarse los machos y ponerse con brío a solucionar nuestros propios problemas. ¿El futuro? Quién sabe.

Diario de Ibiza

sábado, mayo 16, 2009

Córdoba, Patrimonio de la Humanidad ...DI


El patrimonio de la Humanidad es difícilmente cuantificable y no hay que reducirlo a un amplio catálogo de monumentos. Quiero decir que también en esto Ibiza tiene mucha competencia.
Uno de los secretos del éxito turístico de estos enclaves o recintos, como en el caso de Córdoba, es la accesibilidad. Por eso Ibiza tiene más o menos el mismo número de turistas sea o no sea Patrimonio de la Humanidad.
Hacía más de treinta años que no había pisado Córdoba. Casi no la he reconocido. He quedado asombrado de la afluencia masiva de turistas: muchos grupos de unos veinte o treinta turistas, pero que no llegan a ser incordiantes porque Córdoba puede absorber a mucha gente en muchos sitios a la vez: Alcázar, puente romano, mezquita, iglesias, feria del caballo, patios de las flores…
Como ibicenco exiliado de Dalt Vila siento un poco de envidia ante estas legiones de turistas japoneses, de jubilados o de estudiantes que toman la Córdoba histórica con mucha calma, en silencio y con discreción. ¿Por qué no viene gente así a Ibiza, o por qué viene tan poca?
Quizás la imagen de Ibiza es de drogas, discotecas, chillidos, alcohol y desnudos. No lo sé. Pero sé que el mes de mayo es el mejor del año para patearse el barrio judío, los jardines cordobeses, los patios, para ver las evoluciones de los hermosos caballos, para disfrutar de la campiña o de las aguas del Guadalquivir, que bajan altas, ante el regocijo de las garcetas, los oportunistas palomos y todo tipo de aves.
Me gusta viajar por España sin estar sujeto al grupo ni a los programas. Llego atravesando Sierra Morena, pero antes he pasado por pueblos extremeños como Benquerencia, Castuera, Campanario, Cabeza del Buey, transitando a Córdoba por Hinojosa del Duque, Pozoblanco (donde el valiente Paquirri dejó su último aliento), Alcaracejos y entro por Córdoba todavía deslumbrado por la danza a la vida de la vegetación, de los jarales floridos, de los toros bravos que asoman bajo los encinares protectores y nutricios. Cruzamos Cerro Muriano, donde algunas cigüeñas se dan un banquete con las culebrillas. Veo una serpiente de casi dos metros aplastada sobre el asfalto, como en Ibiza encontramos a veces algún erizo. Y caballos, muchos caballos, caballos libres en los pastizales verdes.
De manera que cuando piso la ciudad llana de Córdoba ya desisto de comparar las opciones entre Córdoba e Ibiza, en este mecanismo o juego que suelo desencadenar cuando viajo para intentar hallar aportaciones que puedan ser útiles.
Pero Ibiza no sabe utilizar sus grandes bazas. Ni las pequeñas. Simplemente no sabemos, porque dinero jamás se ha derrochado tanto: el mar, nuestro mar, la antigua ruta de los fenicios, de los romanos y de los cartagineses. Pero hay muchas cosas que no son cuestión de dinero.

Diario de Ibiza

miércoles, mayo 13, 2009

Perdemos Alemania


Ya no podemos seguir avisando de que acabaremos con el turismo si no preservamos nuestro paisaje. Porque eso ya ha ocurrido y por mucho que se atiborren las ferias de promoción no se conseguirá más que derrochar el dinero del contribuyente, que a su vez se siente acosado por los altos precios de la cesta de la compra y las carencias de todo tipo.
Es muy lamentable y lo lamentará el Estado que nos ha ordeñado sistemáticamente sin devolver ni la mínima parte para construir las aceras, alumbrado, adecentamiento mínimos necesarios.
Ibiza ahora está en una situación que da pena. Repitámoslo mil veces más. Nos han pasado todos los trenes y no hemos conseguido alcanzar un nivel.
Los alemanes son muy suspicaces en estas cosas.
No son reacios a pagar un precio alto si después el servicio es de calidad, la cerveza es buena y la comida es nutricia y abundante. Pero, ay, como les falles en la calidad, en la seguridad, en la seriedad.
Y sobre esto no voy a repetirme, sólo reafirmarme en nuestra lamentable situación hotelera y en nuestra casi absoluta falta de reflejos. Y cuantos más políticos, más autonomía, mucho peor. Sólo más derroche, amiguetes, viajes y personal de confianza, pero menos resultados.
Que yo recuerde, la única vez en que se quiso emprender una acción con planificación previa y con sentido común fue a partir de 1988.
Ibiza entraba en una extraña crisis, que se exacerbaría en 1989. Cladera propuso una filosofía nada desdeñable: no construir una plaza turística más y no sólo eso, cuando se diera el caso de un hotel ya amortizado y obsoleto, comprar el solar para crear zonas y oxígeno. La palabra que se empleó es esponjamiento.
Pasó el tiempo, veníamos de la monstruosa política desarrollista socialista donde el crecimiento se desbocó, bajo la amenaza de una inminente Ley de Costas.
Cuando ya ganó el PP en 1996, España siguió el mismo modelo. Después Zapatero lo explotaría hasta la extenuación final, que nos ha llevado al hundimiento. Pero en el proceso, Ibiza ha quedado masacrada. No digas quedará en el futuro: ya ha quedado. Y como está Ibiza no atrae a los alemanes (ni a casi nadie).
Si no existieran los amplísimos paisajes abiertos de Croacia, de Eslovenia, de Italia, de Bulgaria, de Turquía, etc., Ibiza tendría opciones. Pero ya no y vendrán cada vez menos.
Estamos perdiendo Alemania. Aquí llegaron a venir casi 600.000 alemanes cada verano. Este verano tendremos suerte si viene una tercera parte. Lo preocupante no es una interrupción súbita, sino la tendencia y ésta nos dice con claridad que el turismo alemán no quiere venir a Ibiza, con crisis o sin crisis.

Diario de Ibiza

lunes, mayo 11, 2009

El impuesto de la orina o el 'vectigal urinae'


Ibiza no deja de sorprenderme: leo con un placer casi místico la quejumbrosa carta de un señor que en la catedral de Ibiza pidió el servicio para hacer pis y le obligaron a pagar un euro.
No sé si me asombra más el tono reivindicativo (¡queremos WC gratis en nuestras catedrales!) de la misiva o la narración episódica de los hechos, con el uso de una frase de Virgilio en La Eneida: «Auri Sacra Fames», o sea, ´dinero, puto dinero´ en traducción libre. Yo uso desde hace años este lema en mi blog, para referenciar este apego compulsivo a los bienes materiales.
Ignoro si es del Imserso este señor en aprietos. De ser así, ya debería saber que a la iglesia se va aseado y con las necesidades cubiertas, y por regla general, los ministros del Señor tienen la tendencia a pedirte un óbolo para el correcto funcionamiento de la Iglesia o para pagar a la señora de la limpieza.
Antes ni eso, la iglesia se limpiaba sola, es decir, cristianas generosas que dedicaban horas al mantenimiento del recinto. Pero yo no sabía que en las iglesias hay servicios, mingitorios ni vestuarios para cambiarse el chándal.
Los cristianos modernos nos llegan de la Península sindicados y le exigen a un obispo en quien no creen que les tenga preparados los lavabos, bien limpitos, para cuando ellos lleguen, triunfales y desmayados, a la gloriosa plaza de la catedral.
Yo no sé lo que dirá nuestro obispo opusdeísta. Las obras de misericordia hablan de dar de beber al sediento, siempre que no pida una gaseosa o champán francés, y dar de comer al hambriento, pero claro siempre que no te exija un entrecot a la pimienta. Sobre el orinar he mirado, pero se le pasó por alto al redactor jefe.
Este turista que le exige urinarios al señor obispo parece mostrar una distorsionado sentido de la revolución espiritual o social: a la iglesia se va a rezar y a dejarse seis euritos para entrar en el museo, muy interesante. El resto está justificado y hace años que lo decimos: hacen falta urinarios públicos, pero yo no pido que sean gratis. Muy al contrario, vigilados, limpios y seguros. Dudo mucho que el obispo de Ibiza quiera pasar a la historia como el castigador de la vejiga de los ancianos, ni como el emperador Nerón que implantó una tasa a la orina, el vectigal urinae, el impuesto de la orina a los artesanos de la piel. Ellos empleaban la orina, que se iba depositando indefectiblemente, gracias a la colaboración de los romanos, en unas bacinillas. El amoníaco de la orina era útil también para quitar las manchas de grasa.
En París tienen implantado el vectigal urinae desde hace décadas. Quizás Ibiza debiera rentabilizar la orina de estos dos millones de turistas, la orina es áurea por conocidas razones y también por ésta. Criaturas del Señor…

miércoles, mayo 06, 2009

Viviendo del pasado

Clifford Irving -en la foto- vivía en Ibiza y pactó una biografía de Elmyr que les estalló en las manos.


Hoy ya nadie duda de que Ibiza ha dejado de ser aquel recinto magnético que atraía pintores y a escritores del más diverso pelaje.
Hemos pasado de aquella fecunda década 1959-1969 a una especie de plató de televisiones basura donde se exhiben las artistas de medio pelo que fingen huir de los fotógrafos y de los paparazzi.
Mallorca pasó de un Robert Graves a Michael Douglas. Ibiza ya muestra y demuestra su poder de convocatoria cuando se presenta en las ferias turísticas. Fíjense bien en los nombres.
Lo excitante es que de aquella década todavía se saca material. Ibiza apenas lo ha sabido explotar, pero algunos editoriales de prestigio prestan una periódica atención a Cormac McCarthy, Janet Frame, Roman Polanski (es posterior, pero con gran capacidad creadora), Clifford Irving o a Elmyr.
Estamos en días de movida en la biblioteca. Me llegan algunos paquetes de libros. Da pereza hasta abrirlos, pero de vez en cuando uno queda asombrado por alguna joya. No es este el caso hogaño a excepción de Janet Frame: ‘Hacia otro verano’. Y la reedición de ‘Un ángel en mi mesa’, un libro de memorias casi noveladas que alcanzó un gran éxito gracias a la repercusión de la película de Jane Campion. Cuando se rodó, Australia o Nueva Zelanda no estaban tan de moda como hoy.
Hace al menos quince años que descubrí a Janet Frame y quedé maravillado por su historia. Una historia tortuosa, llena de desgracias, que va tejiendo sus hijos sútilmente para encaminarla hacia el Mediterráneo, hacia Ibiza, y después hacia las casi inaccesibles montañas de Andorra (hablamos de antes de 1960). En Ibiza descubrió un nuevo mundo y una nueva vida, pero no caben más ilusiones: aquella Ibiza es historia. No queda nada. En parte lo conté en ‘El nacimiento de Babel’.
Dos años después llegó Elmyr a Ibiza, ignoro bajo que nombre. Con los libros de Elementer Hoffmann me pasó lo mismo que con Janet: me fascinó su vida azarosa, llena de trampas y de recursos, pero el libro que escribió Clifford Irving era simplemente correcto, por no decir mediocre.
No sé lo que podría hacer un escritor de talento narrativo sobre la vida de Elmyr de Hory, pero dese luego no lo ha hecho Irving. Ahora se reedita ‘Fake!’ traducido al español con un capítulo añadido del propio Clifford. No se trata más que de una bobada, una puerilidad sin sentido que necesita de la complicidad del público. Pero todos hemos cambiado y Elmyr ya es polvo. Las bromas de Clifford no tienen ninguna gracia, en Ibiza nadie entiende nada porque ha cambiado el tipo de gente y del pasado sólo se explican episodios cuando hay posibilidad de exprimirlos.
Personalmente, me voy dedicando al nada inocente arte de releer cosas apiladas. Es una forma de explicarse a uno mismo, sin entender a menudo por qué me gustó tal obra o tal autor. ¿El pasado nos hace trampas?

sábado, mayo 02, 2009

Ay, virgencita, que me quede como estoy


Noticias de Antena 3 dedica un amplio espacio a la medusa asesina, la peligrosa ‘carabela portuguesa’. Al día siguiente, en la sección de ciencias, El Mundo le dedica toda una página. Esto no ha hecho más que empezar. Pocas, pera estas medusas siguen entrando en el Mediterráneo.
Cuando el día 1 de abril le dediqué estas notitas de un fenicio recibí varios tirones de oreja de los vigilantes represores de la tribu. Ya me había pasado lo mismo cuando escribí sobre la infestación de medusas normales en nuestras costas. Yo puedo tomármelo deportivamente, porque es lo que toca, si yo me paso la vida puñeteando y sacándole punta a las cosas es normal que me devuelvan el coscorrón.
Pero el factor tiempo es importante en la prensa, quizás uno de los más importantes. Dedicar un mes antes que la prensa nacional un artículo al tema requiere jugar con el tiempo, aun a riesgo de recibir alguna mirada de incredulidad.
En el caso de la gripe americana (tan parecida a la gripe española, aunque no era tal, del año 1918) ya nadie ha rechistado. Yo el primero, estamos un poco desconcertados porque nos llueven los chuzos de punta y un chuzo es una especie de lanza, si mal no recuerdo. Nos vienen todas juntas.
Pero hay mucha gente que funciona bien bajo presión, es más hay auténticos especialistas en gestionar la ansiedad y sé por experiencia que en Ibiza somos muy buenos ante la adversidad. Precisamente fallamos en que no hemos sabido gestionar nuestro éxito, nos han limpiado nuestra riqueza y no hemos sabido afianzar un emporio generador de riqueza.
Estoy mirando algunas cosas del Diario del octubre pasado y apenas nadie consideraba que nuestra situación podría llegar al nivel de hoy. Bueno, hemos llegado y contamos con la experiencia de 1990-1996 para pasar el trago. No será un mal trago, será mucho más largo según los mejores especialistas. ¿Queda alguien que haga el mínimo caso a ZP cuando dijo que esto se arreglaría en marzo o cuando Corbacho dijo en octubre que la crisis era cuestión de dos meses? ¿Todavía queda alguna alma cándida que crea ni una sola palabra del socialismo cañí?
Y sin embargo saldremos. Y debiéramos usar toda nuestra experiencia para salir renovados y con mejores infraestructuras y para solucionar desajustes muy enojosos como esta perversa catalanización que no nos lleva a ninguna parte, sólo al enfrentamiento. Todo está bien en su debido momento y en su justo lugar, incluso el catalán, pero comprendo a Pantaleoni cuando se queja de que la izquierda ha hecho un uso abusivo de la ley de mínimos que promulgó Matas. Pues claro, ¿qué esperabais? ¿No conocéis cómo actúa el nacionalismo pactando con el socialismo? Pues eso, Antich toma nota y también el PP al trabajo. Todos nos equivocamos y corregir es de sabios.

Diario de Ibiza